10: Miedo al hábito

5.4K 834 148
                                    

Tres días más transcurrieron con tranquilidad, despertando con pesadez por la comodidad de las almohadas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Tres días más transcurrieron con tranquilidad, despertando con pesadez por la comodidad de las almohadas.

Takemichi quería irse, no porque todo hubiera comenzado a tornarse malo durante su estadía. Era todo lo contrarío, una hogareña rutina con el alfa.

A veces se levantaba temprano para cocinar el desayuno para Mikey, antes de que se fuera al trabajo. Trataba de tener la cena lista, aunque algunas veces regresaba demasiado tarde.

Las primeras ocasiones Manjiro insistió en que no era necesario que el omega se esforzara, pero era algo que Hanagaki decidió hacer. Y cuando algo se le metía en la cabeza al ojiazul, nadie podría hacerlo cambiar de opinión. Bueno, tampoco es como que el rubio hiciera mucha resistencia.

Pero estaba instalándose dentro de su corazón una espinita. No era correcto acostumbrarse a un hogar que no era suyo, que no se había ganado.

Debía encontrar las palabras adecuadas para despedirse, no podía ser mantenido toda su vida. Era su responsabilidad encontrar un empleo para poder mantener a su cachorro, pero en esta casa no le permitían hacer el mínimo esfuerzo.

Diariamente era cuidado por Chifuyu o Baji, acompañados por Kazutora, mientras el alfa de la casa no se encontraba.

Era incómodo que ni siquiera se le permitiera salir del recinto. Es más, ¿en dónde carajos estaba?

Nadie contestaba cuando preguntaba la dirección del lugar donde se encontraba durmiendo. Era cada vez más raro.

–Bueno señor Hanagaki, se encuentra mucho más estable que cuando lo revisé por primera vez –el doctor Saito dijo antes de comenzar a guardar sus instrumentos. Takemichi sonrió agradecido.

Su bebé estaba bien y eso era lo más importante para Takemichi.

–¿Usted cree que podría dejar de estar en evaluación? –el médico pensativo lo miró fijamente.

–Podrían reducirse mis visitas, pero aún sigue teniendo un embarazo de alto riesgo. Se lo dije, debe tener extremo cuidado para no llegar a presentar un aborto espontáneo.

–Pero, ¿por lo menos podría yo ir directamente a verlo? –Saito expreso no entender a lo que se refería, a través de una expresión de confusión –. Quiero decir, ¿podría comenzar mi vida normal por mi cuenta, fuera de esta casa?

En ese momento una tos nerviosa atacó al doctor. No quería imaginarse en el gran problema que se ocasionaría, si alguien supiera que está teniendo este tipo de conversación, con el mismísimo omega cuidado por el líder Manjiro.

–Tengo que retirarme, tenga un buen día –el profesional salió con rapidez.

Takemichi agachó la cabeza, imaginando que tal vez nadie creería que siendo un flacucho podría ser responsable de un cachorro. Era un fracasado.

Kazutora entró a la habitación, sentándose al lado de la cama.

En los pocos días de convivencia, Takemichi pudo darse cuenta de que los silencios con el de mechas rubias, no era del todo incómodo. Era también un pequeño hábito que Hanemiya se acercara sin ninguna palabra, solo estaba ahí para hacerle compañía.

Un alfa para Takemichi |MITAKE|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora