22: Asechanza

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Kisaki siempre fue reconocido como una mente estratégica, frío y calculador

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Kisaki siempre fue reconocido como una mente estratégica, frío y calculador. Es por eso que aunque Izana lo detestara, le era útil.

Planeó con antelación y bajo las sombras la caída de lo que representaba Mikey, su autoridad en Tokyo Manji, como hermano de Shinichiro y como todo lo que le causaba inferioridad a Kurokawa.

Él siempre se sintió como un bastardo y esos sentimientos repugnantes los acogia Kisaki, tendiéndole la mano para llevar a cabo la destrucción de Manjiro.

Fue una grata sorpresa que Takemichi se integrase a la ecuación. Le causaba bastante gracia a Tetta, como ese maldito omega siempre estaba entrometido, primero impidiéndole su relación con Hinata, luego comprometiéndose con Wakasa como sustituto de Shinichiro, ahora siendo el nuevo juguetito de Manjiro y la obsesión de Izana. Nadie quisiera estar en su lugar, sobre todo por la riña entre los hermanos berrinchudos que conformaban a la familia Sano.

Kisaki salió del auto, con su traje impecable y peinado hacia atrás, después de todo Hanma se había hecho cargo del trabajo sucio. Muy animado el que portaba los tatuajes de "crimen" y "castigo" en las palmas, estallaba a carcajadas. Tetta lo miraba asqueado, por la gran cantidad de sangre en cada parte de su cuerpo.

–Eres repulsivo –soltó el de lentes.

–Yo también te amo, cariño mío –le respondió con sorna el ojiambar.

Habían masacrado a cada uno de los hombres que custodiaban, para hacerse paso en la zona protegida de Manjiro. No podían negarlo, fue un dolor de culo dar con esa residencia, pero no contaban la feliz pareja de Takemichi y Mikey, con que serían seguidos luego de su visita al hospital.

La información había sido obtenida, luego de hacer rodar algunas cabezas, grata fue su sorpresa de que el omega cargaba en su vientre al posible hijo de Manjiro, por lo menos él así se había denominado en el estudio médico.

Buscaban cobre y terminaron encontrando oro. Hanagaki ahora era el omega enlazado de Manjiro, además de darle a la Tokio Manji su próximo heredero. Kisaki disfrutaría con regocijo hacerlo trizas.

Entraron fácilmente a los aposentos, mientras se escuchaban balas entre la seguridad de Tokyo Manji y sus secuaces. Debían darse prisa, pronto le avisarían al enano de pacotilla que se metieron a su casa.

Hamna rompió la puerta, ambos caminaron abriendo de par en par cada una de las habitaciones.

–¿Dónde te escondes omegita? –Hanma seguía entusiasmado por conocer a la pareja del "invencible".

Kisaki olfateaba, en búsqueda del olor dulzón de Hanagaki, pero todo estaba infestado de sus feromonas. Le daba tanto asco ese nefasto y empalagoso aroma del omega.

Por otro lado, Takemichi se escondía encerrado en su recámara. No era idiota, escuchó los disparos y como habían destrozado la entrada. Debía ponerse a salvo, protegería a su bebé, pero no sabía como, la desesperación le nublaba la mente. Podía sentir a través del lazo que Manjiro trataba de calmarlo, pero lo ignoró. Ese cabrón tenía que estar metido en algo para llegar a todo esto. Se arrepentía profundamente del momento en que puso un pie en esta casa.

Un alfa para Takemichi |MITAKE|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora