Un día como cualquier otro, Suguru estaba platicando tranquilamente con Satoru cuando de repente ve a su amigo retorciéndose de dolor. La desesperación lo invade al no poder entrar ni sacarlo de la celda. Rápidamente, sale corriendo a pedir auxilio.
Satoru, tratando de mantener la calma, respira profundamente mientras el dolor se intensifica. En medio de su sufrimiento, Sukuna emerge de las sombras. Había estado vigilando a Satoru todo el tiempo.
"Los altos mandos tardarán en llegar," dice Sukuna con una voz tranquilizadora, "ni siquiera están en Japón ahora." Con sus rituales inversos, empieza a ayudar a Satoru en el parto.
El proceso es intenso y doloroso, pero gracias a la intervención de Sukuna, el parto se acelera y se lleva a cabo con éxito. Finalmente, nace un bebé idéntico a Satoru: albino, con ojos azules y una sonrisa radiante.
Satoru, agotado pero lleno de alegría, toma a su hijo en brazos. Sukuna, mirándolos con una mezcla de orgullo y emoción, dice suavemente, "Es perfecto, igual que tú."
Suguru regresa acompañado por un par de sirvientes, solo para encontrar a Sukuna sosteniendo al bebé. El shock en sus rostros es evidente, pero al ver a Satoru sonriendo y a su hijo sano, se sienten aliviados.
Satoru, sosteniendo a su bebé, mira a Sukuna con gratitud y dice, "Gracias, Sukuna."
Sukuna asiente, su rostro suavizándose momentáneamente. "Siempre estaré aquí para ustedes," promete antes de desaparecer en las sombras, dejando a Satoru, Suguru y el recién nacido en un momento de paz y felicidad.
Shoko y Suguru, inicialmente asustados al ver a Sukuna, se calman cuando notan que ya se ha ido. Rápidamente, entran a la celda para ayudar a Satoru y al recién nacido.
"Vamos, Satoru," dice Suguru con una voz suave pero firme, mientras Shoko sostiene al bebé con ternura. Juntos, lo sacan de la celda y lo llevan al clan Gojo.
Al llegar a la residencia del clan, son recibidos por el padre de Satoru, quien, con una mezcla de preocupación y alivio, abraza a su hijo y contempla al nuevo miembro de la familia con orgullo.
"Bienvenido a casa, Satoru," dice su padre, sus ojos brillan con lágrimas contenidas.
Toda la familia y los sirvientes del clan Gojo se reúnen alrededor de Satoru y el bebé, celebrando la llegada del pequeño. La atmósfera es cálida y llena de alegría.
Satoru, exhausto pero feliz, permite un momento de descanso. Se recuesta en una cama preparada especialmente para él y el bebé. Shoko y Suguru se aseguran de que esté cómodo, mientras el bebé duerme pacíficamente en sus brazos.
"Gracias, Shoko. Gracias, Suguru," murmura Satoru antes de cerrar los ojos y dejarse llevar por el sueño.
El clan Gojo, con su poder y tradición, se llena de una nueva esperanza con la llegada del bebé, mientras Satoru, rodeado de aquellos que lo aman, comienza a recuperarse, sabiendo que, a pesar de las dificultades, no está solo.
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Una extraña relación entre los más fuertes (Satoru x Sukuna) M-preg
FanfictionGojo Satoru mantenía una extraña pero peculiar relación con Ryomen Sukuna, así que un día al entera que está embarazado y la posibilidad de que el otro padre sea Sukuna es alto que Satoru decide enfrentarlo para contarle la realidad de su situación...