Capitulo 5

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El sol apenas había comenzado a teñir el horizonte con tonos dorados cuando Draco terminó de alimentarse. Narcissa lo acunaba con dulzura, mientras Lucius observaba con orgullo y ternura desde el sofá cercano. Severus y Regulus, quienes habían ayudado en la preparación del desayuno del bebé, se acercaron para admirar al recién nacido en su momento de paz.

Después del desayuno, Narcissa y Lucius decidieron que sería bueno que Draco descansara un poco más en su cuna. Regulus y Severus se ofrecieron a cuidarlo mientras sus padres tomaban un breve descanso. Los cuatro se sentaron en silencio alrededor de la cuna, observando cómo Draco se acomodaba con los ojos entrecerrados, acunado por el suave balanceo de su cuna encantada.

El ambiente en la Mansión Malfoy era sereno y lleno de anticipación. Era el primer día de Draco en el mundo, un día que marcaría el comienzo de una vida llena de privilegios y expectativas, pero también de amor y cuidado incondicional.

Narcissa y Lucius aprovecharon el momento para hablar en voz baja sobre cómo querían criar a Draco. Ambos estaban decididos a equilibrar la educación tradicional de la familia Malfoy con valores de compasión y respeto hacia los demás. Lucius expresó su deseo de que Draco creciera sabiendo que tenía el apoyo y el amor de su familia, independientemente de las expectativas externas.

Mientras tanto, Severus y Regulus compartieron sus propios pensamientos sobre la crianza de Draco. Ambos habían optado por una vida alejada de la magia y sus rigideces, pero cuidar a Draco les recordaba la importancia de su decisión. Regulus expresó su esperanza de que Draco creciera con una mente abierta y un corazón compasivo, mientras que Severus añadió la importancia de la educación y el conocimiento como herramientas para enfrentar los desafíos del mundo mágico y no mágico.

Pasaron horas de conversaciones serenas y momentos de tranquilidad compartida antes de que Draco comenzara a despertar nuevamente, esta vez con pequeños sonidos y movimientos que indicaban que estaba listo para interactuar.

Severus fue el primero en acercarse, acariciando suavemente la mejilla de Draco con un dedo mientras murmuraba palabras de bienvenida. Regulus se unió con una sonrisa cálida, ofreciendo a Draco un suave juguete encantado que emitía sonidos suaves y colores brillantes para captar su atención.

Draco, con sus ojos curiosos y brillantes, observaba a Severus y Regulus con fascinación. Sus pequeñas manos se movían con torpeza mientras intentaba alcanzar el juguete, haciendo que los cuatro sonrieran con ternura ante su determinación.

El resto del día transcurrió en una mezcla de momentos de alimentación, sueño y exploración temprana de Draco en su nuevo entorno. Narcissa y Lucius compartieron turnos para cuidar a Draco, mientras Severus y Regulus aprovechaban para discutir sobre los ajustes necesarios en la mansión para la llegada de un bebé.

En la tarde, Narcissa sugirió que sería bueno que Draco conociera el jardín de la mansión. Lucius estuvo de acuerdo y juntos llevaron a Draco en brazos hacia el cuidado césped y las flores perfumadas. El aire fresco y el suave murmullo de la fuente encantada parecían calmar a Draco, quien observaba con ojos curiosos los colores y movimientos a su alrededor.

Al atardecer, cuando el cielo se tiñó de tonos dorados y rosados, Severus y Regulus se unieron a Narcissa, Lucius y Draco en el jardín. Compartieron una cena tranquila en la terraza, disfrutando del ambiente sereno y de la compañía mutua. Draco, envuelto en una manta suave y cómoda, observaba con ojos somnolientos mientras sus padres y padrinos conversaban en tono bajo.

Al final del día, cuando la luz del sol se desvanecía lentamente en el horizonte, Narcissa y Lucius llevaron a Draco de regreso a su habitación. Lo acunaron con amor y cuidado, asegurándose de que estuviera cómodo antes de que cayera en un sueño profundo y tranquilo.

Mientras Narcissa y Lucius observaban a su hijo dormir, Severus y Regulus se retiraron a su propia habitación en la mansión. Se sentían agotados pero felices, reconociendo la importancia de su papel como padrinos de Draco. Juntos, compartieron un momento de silencio antes de desearse buenas noches y sumergirse en el merecido descanso.

En la tranquilidad de la Mansión Malfoy, todo estaba lleno de amor y promesas para el futuro. Nada podría estar mal, no cuando Draco Malfoy había llegado al mundo rodeado de tanto amor y cuidado.

***


Narcissa y Lucius despertaron después de su breve descanso y decidieron ir a ver cómo estaban Severus, Regulus y el pequeño Draco. Al entrar en la habitación de Draco, se encontraron con una escena adorable y algo caótica. Severus estaba riendo suavemente mientras observaba a Regulus luchar con Draco, quien con sus pequeñas manos agarraba firmemente el cabello de Regulus.

El cabello siempre fue un tema importante para los Black y los Malfoy, y ver a Draco mostrando interés en el cabello de Regulus no solo era entretenido sino también significativo para la familia.

Narcissa sonrió con ternura mientras se acercaba a la cuna de Draco. "¡Parece que tienes un buen agarre, querido!" exclamó suavemente, acariciando la cabecita de Draco con cuidado.

Lucius se unió a la escena con una sonrisa divertida. "Creo que Draco ya está mostrando sus preferencias, ¿verdad, Regulus?" dijo con una risa contenida.

Regulus, aunque un poco sorprendido por el tirón de pelo de Draco, respondió con una sonrisa. "Parece que sí. Es fuerte para su tamaño", comentó con una mezcla de orgullo y diversión.

Severus se acercó más a la cuna, observando cómo Draco continuaba jugando con el cabello de Regulus. "Tendremos que enseñarle buenos modales desde temprano", bromeó, recibiendo una risa suave de los presentes.

El resto del día transcurrió en una mezcla de momentos de juego y cuidado para Draco. Narcissa y Lucius compartieron consejos con Severus y Regulus sobre la crianza del pequeño, mientras observaban con asombro cómo Draco comenzaba a explorar el mundo que lo rodeaba con curiosidad.

En la tarde, decidieron llevar a Draco a explorar un poco más de la mansión Malfoy. Lucius lo llevó en brazos mientras mostraba con orgullo las pinturas familiares y los rincones mágicos que habían sido parte de la historia de los Malfoy durante generaciones.

Mientras tanto, Severus y Regulus aprovecharon para conversar sobre sus propios planes para el futuro. Habían elegido vivir en un barrio muggle para escapar de las rigideces del mundo mágico, pero siempre encontraban tiempo para visitar a sus amigos y familia en la mansión.

Al caer la noche, Narcissa y Lucius llevaron a Draco de regreso a su habitación. Lo acunaron con amor y cuidado, asegurándose de que estuviera cómodo antes de que el sueño lo envolviera.

Severus y Regulus se retiraron a su habitación, hablando en voz baja sobre las experiencias del día y las lecciones que habían aprendido. A pesar de vivir en un entorno no mágico, la conexión con la familia Malfoy siempre les recordaba su propia herencia y responsabilidades como padrinos de Draco.

En la tranquilidad de la noche, la Mansión Malfoy estaba llena de amor y promesas para el futuro. Con Draco en sus vidas, sabían que cada día sería una aventura llena de sorpresas y alegrías.

Papi Sev! (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora