El combate entre Severus y Regulus contra Bellatrix fue intenso y brutal. Ambos hombres atacaban con toda su fuerza y determinación, pero Bellatrix Lestrange era una oponente formidable, y sus habilidades en duelo eran temibles. La habitación se llenaba de destellos de luz y explosiones mientras los hechizos volaban de un lado a otro, chocando y rebotando en las paredes. Severus y Regulus se movían con agilidad, esquivando y contraatacando, pero Bellatrix parecía disfrutar de la batalla, su risa desquiciada resonando por la habitación.
En medio de la lucha, un estruendo sacudió la mansión. La pared detrás de Severus se rompió en mil pedazos, y la fuerza de la explosión lo lanzó al suelo. Aturdido, Severus trató de levantarse, buscando a Regulus con la mirada. Un grito desgarrador salió de sus labios al ver a su esposo, Regulus, caer al suelo con una enorme herida en el estómago, sangrando profusamente.
—¡Regulus! —gritó Severus, corriendo hacia él.
Bellatrix, aprovechando la distracción, lanzó un último hechizo antes de ser derribada por un impacto en la cabeza que la dejó inconsciente en el suelo. Severus se lanzó junto a Regulus, sosteniéndolo en sus brazos, el miedo y la desesperación grabados en su rostro. Regulus respiraba con dificultad, sus ojos entreabiertos, tratando de enfocar a Severus.
—Aguanta, Regulus. Aguanta —susurró Severus, su voz temblando.
El sonido de pasos apresurados se escuchó en el pasillo, y Lucius y Narcissa aparecieron en la puerta, alarmados por el estruendo. Al ver la escena, Narcissa soltó un grito ahogado, llevando una mano a la boca. Lucius, con Draco aún en brazos, miró con horror a Bellatrix y luego a Regulus.
—¡Tenemos que sacarlo de aquí! —dijo Severus, sus manos temblando mientras trataba de detener la hemorragia.
—Dobby, lleva a Draco a un lugar seguro —ordenó Lucius, y el elfo doméstico apareció de inmediato, tomando al bebé con delicadeza y desapareciendo con un chasquido.
Narcissa corrió hacia Regulus, lágrimas cayendo por sus mejillas.
—Regulus, por favor, aguanta —dijo, su voz quebrada.
Lucius se arrodilló junto a Severus, sacando su varita y tratando de realizar un hechizo de curación. Pero la herida de Regulus era grave, y el tiempo era esencial.
—Tenemos que llevarlo a San Mungo —dijo Lucius, su voz tensa—. No podemos tratar esto aquí.
Severus asintió, su rostro pálido y lleno de angustia.
—Narcissa, llama a los sanadores. Diles que estamos en camino —dijo Lucius, y Narcissa asintió, levantándose rápidamente y corriendo hacia el espejo de comunicación.
—Aguanta, Regulus. Estamos aquí contigo —murmuró Severus, acariciando el rostro de su esposo.
Regulus intentó sonreír, pero el dolor era demasiado. Sus ojos se cerraron lentamente, y Severus sintió el pánico apoderarse de él.
—¡No, no te duermas! ¡Regulus, quédate conmigo! —rogó Severus, sacudiéndolo suavemente.
Los segundos se hicieron eternos mientras esperaban a los sanadores. Narcissa volvió corriendo, su rostro una máscara de preocupación.
—Están en camino. Llegarán en cualquier momento —dijo, arrodillándose junto a Lucius.
Finalmente, un grupo de sanadores apareció en la habitación, y con manos expertas, comenzaron a tratar a Regulus. Lo levantaron con cuidado, colocándolo en una camilla mágica. Severus se levantó, siguiéndolos de cerca, sin querer separarse de su esposo ni por un momento.
La mansión Malfoy se llenó de una atmósfera de desesperación y miedo mientras los sanadores trabajaban rápidamente para estabilizar a Regulus. Bellatrix seguía inconsciente en el suelo, y Narcissa se encargó de asegurarla con un hechizo de contención para que no pudiera escapar.
![](https://img.wattpad.com/cover/372850288-288-k698831.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Papi Sev! (Pausada)
FanfikceEl sol del mediodía se filtraba a través de las cortinas de la pequeña casa en un tranquilo barrio muggle, iluminando el modesto salón decorado con sencillez pero con un toque hogareño. Severus Black, de soltero Snape, se encontraba en la cocina pre...