DERIVÉ (Caché)

CAP 10

Cuando María José abrió la boca, el ambiente debajo alcanzó su punto máximo, con gritos y alboroto. Ambas ya habían bebido demasiado, asi que mantenerse en pie ya era un logro. Bailar solo haría que sus cabezas ya mareadas se confundieran aún más,así que caer era solo cuestión de tiempo.

—"Guau...la nena parece tierna, pero es bastante ardiente."

—"Jajaja, ¿sabes quién es ella? es María José, la reina de Encinas Doradas. Cuando los matones la ven, tiemblan y la llaman con respeto."

—"Pero sí que es hermosa, ¿no? no es de extrañar que Manuela, la jefa mala del Instituto Montenegro, esté interesada en ella."

_“Y de qué sirve querer? Garzón ya tiene a alguien en su corazón, se dice que es un amor de la infancia, el galán de la Universidad de Ciudad Central."

—"Bueno, buena familia, buena pinta...
Pero lo más importante, él es el único
que puede manejar a la arrogante Garzón."

—"¿De verdad? ¿Y Manuela está tratando de meterse en eso?"

—"¿Y qué? Crees que puede competir con Garzón? ¿Recuerdas que fue expulsada de dieciocho escuelas en tres años? ¡Impresionante!"

—"Ahí viene Garzón, Garzón, a bailar en el tubo."Las luces de colores se proyectaban sobre la chica, y su chaqueta de cuero brillaba, su cabello negro se esparcia. Aunque tenía una apariencia juvenil, tenía un encanto inexplicable..

Sus ojos verdes olivas fríos y desafiantes miraron con desprecio a la chica arrogante e irritable, luego levantó su dedo medio en señal de desafio. La multitud rugió aún más fuerte, sumergiéndose en un mar de vitores.

La ojiverde en el escenario, con una sonrisa maliciosa y arrogante, de repente se quitó la chaqueta de cuero, revelando un pequeño top negro debajo.

Su piel tierna expuesta al aire, fria y
delicada, como si pudiera romperse con
un soplido..

"Esa chica es veneno, hace que quiera
poseerla!" pensó Manuela, sin saber que casi todos en la multitud tenian el mismo pensamiento.

—"Manuela, prepárate para ser la lacaya de la Garzon!." María José parpadeó coquetamente, llevaba unos shorts muy cortos. En ese momento, sus piernas blancas se flexionaron y la chica se subió al tubo, realizando un movimiento de gran dificultad. Parecia una serpiente blanca, ágilmente enganchada al tubo y enrollandose hacía arriba. Su cabello negro se dispersaba con sus movimientos, como una danza celestial.

—"¡Dios mio, María José es toda una sorpresa!" La atmósfera se volvió aún más emocionante, y los animos subieron de nuevo.

—"Garzón, Garzón, brillando con esplendor su nombre en sí mismo es una declaración de su belleza.! ¿Hoy al verla, realmente es como su nombre indica.? En el público, desde un asiento VIP, un hombre vestido con un abrigo negro y gafas de montura dorada en la nariz abrió ligeramente sus labios finos.

Sus ojos frios y distantes permanecieron
fijos en la figura elegante y cautivadora
de Maria José.

—"Señor, si le gusta, podemos" alguien
de abajo hizo un gesto de captura.

—"Ella pertenece a Daniela Calle si valoras tu vida, mejor no te metas con ella." El hombre dijo fríamente, y luego
continuó meciendo su copa de vino, había venido al bar sin muchas expectativas, pero ahora encontraba la
situación bastante interesante. Sin embargo, más tarde descubriría que él era un hombre que no temía arriesgarse.

En el escenario, la competencia comenzó con el clamor de la multitud, la música se hizo presente y ambas mostraron sus habilidades de baile, especialmente María José, que se aferraba al tubo con gracia y sensualidad, cada movimiento encendiendo el corazón de los espectadores.

Su cuerpo, tan blanco como el mármol,
se entrelazaba con el tubo, creando una
escena hipnótica bajo las luces de
colores, mientras su rostro radiaba una
ligera embriaguez. Una pizca de rubor adornaba sus mejillas haciendo que los
corazones de la gente latieran con fuerza.

Mario entró al bar en ese preciso momento, y lo primero que vio fue a esa
chica, como un hada, atrayendo todas
las miradas hacia su figura.

Los asientos VIP estaban en el segundo
piso, y nela, atraída por el bullicio, se
acercó a la barandilla para mirar hacia
abajo.

La danza apasionada en el escenario
estaba encendiendo a toda la sala, pero
cuanto más miraba, más familiar le resultaba la chica del escenario.

—"¡Caray! ¿Esa es..esa es María José?