CAP 1

440 22 0
                                        

¡Ay.. que dolor..!

¿Había muerto?

¿Esto era el infierno?

"Ah..."

María José abrió los ojos, y repentinamente se encontró con unos ojos avellana fríos que la miraban como si fueran olas negras e inmensas.

-"Cariño di que eres mía"

Una voz ronca y un tanto siniestra resonó en su oído.

¿Esa voz? ¿Está cama tan familiar?

Parecía... ¿haber renacido?

Sin embargo, antes de que pudiera pensar más, sintió un mordisco en su oreja.

De nuevo esa voz ronca fría y algo salvaje resonó en su oído.

-"Maria José si vuelves a escapar, de verdad te romperé las piernas."

Esa voz fría y afilada, como cuchillas, atacaban su ya frágil voluntad...

Un miedo abrumador la envolvía, y abrió mucho los ojos. -¿Daniela Calle? ¿ No estabas muerta?"

-"Maria José ¿Así que esperabas que muriera?"

-"¿Te decepciona que no haya muerto y no puedas volar libremente con tu amor de la infancia?"

Calle apretó los dientes, su ya sombrío rostro se volvió aún más oscuro.

Al siguiente instante, María José sintió como la sujetaban del cuello, con indicios de ira y furia, señales de que calle había sido provocanda al límite.

Una intensa sensación de asfixia la invadía, haciendo que María José temblará involuntariamente, pero se detuvo al mencionar a su amor de la infancia..

¿Ese hombre que la empujó hacia el infierno? ¡Como le gustaría matarlo con sus propias manos!

Al ver que se distraía, el rostro de la mujer se puso aún más sombrío: -"María José, ¿Te atreves a pensar en él delante de mi? Yo..."

Antes de que calle pudiera terminar, fue sorprendente interrumpida por la joven que la abrazaba por el cuello y de repente selló sus fríos labios...

De repente, se quedó atónita por las acciones de la pequeña...

-"Boo ¡Lo siento¡"

La voz de la chica era dulce y suave, mirando a la mujer frente a ella con una expresión de pena.

¿La llamó... Boo?

¿Acaso se volvió loca?

Una sombra de duda cruzó por sus ojos claramente incrédula pero, aún supiera que era falso, que ella estaba actuando... No pudo evitar dejarse llevar...

-¿Que truco estás intentando ahora?"

-"tu mandas, y yo obedezco....¡No me arrepentiré! Dijo la pequeña .

La tinta densa se había esfumando y una rendija de luz se había abierto en el horizonte. La luz del día se había ido extendiendo gradualmente y la claridad de la mañana era perfecta...

Calle se levantó, ato su bata de baño y caminó hacia el balcón, dónde encendió un cigarrillo y lo coloco entre sus labios.

Su cabello castaño ligeramente desordenado se volvió más castaño bajo la Luz de la mañana, esos ojos avellana cautivadoras, una nariz recta y unos labios finos ligeramente fruncidos.

La mujer con un cigarro en la boca, parecía estar envuelta en un aura difusa, todo parecía tan irreal.

María José no puedo evitar mirar fijamente la figura espectacular de la chica, encontrando difícil creer lo que veía.

Era la noche en que diez años atrás en su vida anterior, había sido capturada tras fugarse con Mario Ruíz.

Se habían encontrado de nuevo pero había sido un reencuentro como de otro mundo.

Ella nunca olvidaría cómo esta mujer había tenido el rostro destrozado por el ácido sulfúrico que le habían arrojado sus anti-fans. Una cara tan hermosa había quedado así...

Y ella todavía la había despreciado por ser fea, lo había obligado a dejarla ir y la había llamado asquerosa a propósito.

Finalmente cegada por el engaño, se unió a Mario Ruíz para saquear la corporación y la familia calle, dejándola sin nada, forzada a liberarla.

Y después de que la habían utilizado, Mario Ruíz la había vendido a un laboratorio y se había convertido en unos de los sujetos de experimentación para un grupo de experimentos con bacterias vivas.

Pero en su momento más desesperado calle apareció, herida, rompiendo el tanque experimental.

Sin importarle si estaba infectada, la abrazó fuertemente.

Ella había dicho: -"Maria José, no tengas miedo... ¡Tu Boo está aquí!"

Antes de morir, la abrazó y sonrió satisfecha: -"Ahora no tengo nada, pero aún te tengo a ti."

"-Maria José... Si sssi hay otra vida, ¿Serás bu...bue...na y te quedarás co...conmigo para si.. siempre?"

Ella, incapaz de hablar por el llanto, no se sentí digna... Pero aún así, asintió, diciendo: -"¡Sí!"

¡Boo... Hicimos un trato!

Más tarde, debido a la instrucción de extraños, y para ocultar el secreto, el laboratorio activó el sistema de autodestrucción, y ambas murieron en la exposición.

Pero en el último momento de sus vidas, ella la abrazó con fuerza.

Como dijo una vez: "¡Aunque muera, te atare a mi lado!"

¡Y lo cumplió!

Solo pensar en todo eso hizo que el corazón de María José doliera sin cesar.

DERIVÉ (Caché)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora