DERIVÉ (Caché)

CAP 18

Aby no pudo evitar voltear a ver el cadáver en el suelo, era un hombre, con la garganta cortada, aún brotaba sangre caliente, varias arterias estaban abiertas, como si lo estuvieran desangrando, y la sangre se había esparcido por el suelo, creando un escenario macabro, su expresión era de profundo terror, como si hubiera sufrido un gran trauma en vida, y todo su cuerpo estaba rígido de miedo.

Cuando llegaron al lugar, vieron a María José sentada en el suelo, estaba cubierta de sangre, como si le hubieran cortado la garganta, está  imagen tan extraña no levantó sospechas sobre María José, era una Joven delicada, con grandes ojos hermosos inocentes y lágrimas en ellos, que con solo mirarla, conmovía el corazón.

Pero en su interior, Aby no podía evitar sentir que María José estaba de alguna manera involucrada en esto, sin embargo, dado que Calle estaba presente, no se atrevía a vocalizar sus sospechas hacia María José.

Simplemente escondía sus dudas y seguía adelante, justo cuando alcanzó a Calle, echó un vistazo y vio a María José abrazando el cuello de su amiga y apoyando su cabeza en el hombro.

En su pálido rostro, se dibujaba una sonrisa extrañamente inquietante, esa sonrisa era para Aby, en ese momento sintió un escalofrío subir desde sus pies hasta su cerebro, haciéndola estremecerse.

iUn golpe bajo!

—Señora ¿Quieres guardar el secretó?” María José sonrió levemente, abriendo los labios sin emitir sonido, pero Aby entendió perfectamente lo que decia.

Aby se estremeció: —¡Ella es una gran jugadora! Calle sabrá lo que ha traido a casa?

—“¡Ay, ay, ay..Boo, me siento mal necesito un abrazo para sentirme mejor..”

Al ver la expresión aterrorizada de Aby un destello de triunfo cruzó los ojos de María José, se acomodó felizmente en los brazos de Calle.

—“Si te mueves demasiado, te dejaré caer.” Calle con el rostro tenso, en realidad todavía no estaba segura, esta pequeña criatura traviesa realmente se quedaría quieta en sus brazos, y además ¿No se mostraría cariñosa con ella?

Definitivamente había algún motivo detrás de esto, innumerables engaños, innumerables huidas, ya le habían hecho perder toda confianza en ella.

Esta vez, su comportamiento normalmente cruel hacia Mario seguramente fue porque descubrió su presencia y para proteger a Mario, actuó para ella.

Pero ella simplemente vio a través de ello sin decir nada, disfrutando ese momento de calidez, prefiriendo creer en este pobre engaño.

—“Realmente lo harías? Tú pequeña es tan adorable, si se lastima, Boo se sentiría aún peor ¿no?” Su pequeña niña astutamente dibujaba círculos con su delicado dedo en el pecho.

Ella había venido al bar con el propósito de traerle calidez a su hermosa mujer.

¡Vaya sorpresas en el camino! Ahora, finalmente pudo dedicarse a ser la adorable mujer que Calle necesitaba.

—“María José, ¿te he dicho qué sucederá si vuelves a escapar?” Calle abrazaba a su chica, su brazo apretándola lentamente, con una oscuridad creciente en sus ojos.

La miraba fijamente, pensando en que si se atrevía a escapar de nuevo, ¿qué más sería capaz de hacer ¿Ahora al seguir tratándola con dulzura, estaba buscando otra oportunidad para huir?

—¿Tan desagradable te resulté que prefieres dejarme tocarte y fingir que me adoras? María José si ese es el caso, más te vale soportar el disgusto el resto de tu vida.

—“Boo, ten un poco más de confianza, eres hermosísima, atractiva con un gran figura increíblemente sexy, rica poderosa y me amas más que a tu vida.”

—“Antes estaba ciega y no veía tus virtudes, pero ahora lo entiendo."

—Ahora solo quería estar contigo, ser tu mujer, te juro, nunca más volveré a escapar, estaré contigo obedientemente por siempre.” María José no había terminado de hablar cuando la mano de Calle ya cubría su frente.

—No tienes fiebre, ¿Te golpeaste la cabeza?” Calle preguntó con seriedad, lo que hizo que María José se sonrojara.

—“Aby, llama a un psiquiatra.”
 
—¡Vete al diablo, Daniela Calle! Dijo María José enojada.