CAP 30

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Cuando María José entró en el aula con su habitual paso perezoso toda la clase cayó en un silencio misterioso, ella tenia algunos libros que previamente habia dejado con Johan por lo que necesitaba recogerlos en el aula .

"iCaray! ¿Quién es ella?, ¿qué belleza divina?, tan linda que dan ganas de apretar, de besar y abrazar"

"Más hermosa que la reina del baile. Caray, es hora de cambiar de reina.."

"¡Guau qué bombón!, esa cinturita, esas piernas blancas, una belleza de primera, la voy cortejar."

"Ven aquí, ven aquí.." los chicos estaban haciendo alboroto, algunos incluso ya empezaban a silbar mientras sacaban sus celulares para pedir su contacto en WhatsApp.

Mientras tanto, las chicas murmuraban envidia en voz baja. "Jaja...¿de dónde sacó esa zorra esos encantos? Se hace la inocente, ¿a quién intenta seducir? "Si, mira ese vestido, casi no cubre nada

—"Johan, despierta rápido, en el salón ha llegado una chica guapa, levántate a ver" Johan se adormecía en clase, pero al terminar, estaba lleno de energia, en ese momento, en clase, ya se había quedado dormido, y las personas a su lado lo estaban sacudiendo para que abriera los ojos, miraba hacia el estrado, donde una chica vestida con el uniforme de estilo británico llevaba una falda corta, blanca y linda, como un conejito que no sabe nada del mundo, la chica abría sus grandes ojos.

—"¡Caray! Garzón, has vuelto rápido, rápido toma asiento aqui" Johan se levantó rápidamente y corrió hacia el podio.

Toda la clase, incluido el profesor, quedaron sin palabras, Johan  lanzó un grito que golpeó a todos como un rayo, ¿Cómo podia ser que esta pequeña hada, tan angelical, fuera la misma Garzón la gran jefa Carvania, con su cara cubierta de maquillaje como un muro de la ciudad, que solo sabía pelear y no tenía talento para nada más no podia ser, definitivamente estaban alucinando debido al estrés del estudio.

Pero al siguiente instante, la señorita que estaba en el estrado, tan tierna como un conejito, sonrió radiante, cuando Johan emocionado se acercó a ella para tocar su falda, ella instintivamente le torció el brazo hacia atrás y lo dejó inmóvil con un gesto.

—"Ay,ay,ay.. María José, soy yo, soy yo, uno de los tuyos..duele, duele, duele." Sus movimientos eran precisos y limpios, su rostro pálido era encantadoramente lindo.

Al oírlo quejarse, lo soltó ligeramente
diciendo: —"Te lo dije, no aprendes no me gusta que la gente se me acerque, ¿no lo sabias? Deja de toquetearme, ¿sí?" A pesar de que la voz de la chica era suave como si estuiera cubierta de
azúcar pero en ese momento, su mirada se endurecio y esa voz desenfadada y un poco descarada era la que todos conocían.

—"Ya entiendo, debes estar cansada de venir a clase hoy, desde temprano dejé tu lugar vacío, sin faltar nada." Johan sonreía radiante, María José había vuelto, y una vez más, él estaba protegido.

—"¿Tú..tú eres Garzón? ¿No te habían expulsado? ¿Qué haces aquí en la escuela? ¿Te expulsaron ahora que no eres más una estudiante de nuestra escuela, ve por tus cosas y sal de aquí, estudiantes como tú solo arruinan la reputación y la moral de nuestra  escuela una niña sin escrúpulos que solo se dedica a la delincuencia  y a seducir." La profesora que estaba en el podio se llamaba María Jesús Alondra, profesora de matemáticas y todos la llamaban Chus, "la dura", y a sus treinta y tantos, aún soltera y de mal genio.

María José inclinó la cabeza, luego posó sus ojos en Chus, quien estaba dando clases en ese momento, vestía un traje profesional, con anteojos de montura negra sobre su nariz, un estilo anticuado y una personalidad rígida y explosiva, no era de extrañar que aún no se había casado.

—"Señora Chus, lamento informarle que, primero, no fui expulsada, y de hecho me transfiero a otra clase de inmediato para asistir a clases, y además si tienes tiempo para buscar problemas a los estudiantes, mejor arréglate a ti misma, ten cuidado, que en unos años estarás en la menopausia y aún no habrás conseguido casarte" María José arqueó una ceja, ella siempre fue y será la reina entre todas las estrellas.

"Señora Chus, no seas tan grosera" Johan no podía soportarlo más, se acercó a la plataforma y golpeó la mesa con enojo. Con voz autoritaria dijo:

—"Colegas, ¿cómo deberíamos responder a alguien que difama a nuestra Jefa?" Johan  estaba realmente furioso, María José  no era nada de lo que decía.

—"¿Qué..qué van a hacer? ¿Rebelarse? a caso Garzón se acuesta con ustedes por eso le son como perro fieles, vamos a la dirección no soporto ver sus caras en mi clase." De repente, los chicos de la clase se levantaron de un salto, tomando libros y lanzándolos al podio, asustando a Chus que corría a esconderse.

Mientras tanto, María José estaba tranquilamente sosteniendo un monton de libros, su uniforme blanco la hacía ver aún más pura y encantadora, simplemente se paró en la puerta de la clase, mirando con una sonrisa cómo Chus era bombardeada, justo cuando Chus intentaba escapar, fue empujada de vuelta con una patada

—Mi vida no necesita ser juzgada y difamada por un extraño, puedes despreciarme, pero si me insultas en mi cara, ¿realmente crees que soy fácil de tratar?. Con una mirada fría María José hizo temblar a la maestra.

—"María José, no ibas a ir a la clase uno? Ve, aquí estamos nosotros, este asunto no tiene nada que ver contigo, me ocuparé de ello yo mismo para que no tengas problemas." Johan estaba frente a María José, era alto, se inclinaba ligeramente hacia adelante, sonriendo como un cachorro.

—"Oh, sí, por cierto, hoy vinieron los chicos de Lobos de la Calle saben que estás en la escuela hoy,así que me pidieron expresamente que te entregara la cuota de proteccion." Cuando Johan recordó como se veian al mencionar a Garzón mientras pagaban la protección, no pudo evitar sonreír.

¡Definitivamente, no hay nadie en este mundo que Garzón no pueda manejar!

—"Bueno, guarda ese dinero por ahora, lo sacaré cuando sea necesario."María José echó un vistazo al dinero, no es que necesitara el dinero, solo quería darle una lección a los Lobos de la Calle, habían estado disfrutando de cobrar la cuota de protección, ahora era su turno de pagarla. ¡Solo estaban combatiendo fuego con fuego!

—"Bueno, te dejo a cargo de esto, me voy." Después de decir eso, María José, sin preocuparse por lo que pudiera pasarle a alguien en el aula, se fue
tranquilamente,con pasos relajados y
descuidados.

La clase 14 siempre fue indulgente, en este momento, si se escuchaban gritos,
nadie encontraría extraño la clase inferior siempre había sido infame, llena de todo tipo de malos estudiantes.

Johan la acompañó  hasta que se fue, luego cerró la puerta del aula y comenzó a tratar con Chus de manera formal, mucho tiempo después, llegaron dos
ambulancias a la escuela y se llevaron al director y a la señora Chus.

Los rumores sobre María José en la escuela se volvieron aún más increíbles en ese momento.

DERIVÉ (Caché)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora