CAP 14

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—"Ciro, agarra una silla para María José y deja que se suba para darle una cachetada." Ciro, al escuchar su nombre de repente, sintió un escalofrío recorrerle la espalda.

La señorita Garzón no era para nada fácil de manejar, lo había visto cuando trataba con la familia Calle, Cuando estuvo involucrado en un asunto con ellos hace un tiempo, ella incendió todo el jardín trasero de la finca, quemando hasta la última brizna de hierba, algunas de ellas eran carísimas, ni hablar de los árboles valiosos que valían millones, ¡le dolía el corazón al pensar en cómo quedaron carbonizados!

Cuando Calle regresó y lo vio, lejos de
enfadarse, encontró un buen lugar, ató a la señorita Garzón y la sentó a su lado para disfrutar juntos del espectáculo del incendio.

"Mi pequeña, si te gusta tanto ver arder las cosas, tengo cientos de propiedades  más." ¡Podemos ir a quemarlas juntas!"

—"Eres una enferma, una loca... ¡Déjame ir, nunca estaré contigo, Calle... estás delirando!" María José siempre fue fuerte, su reputación
de chica ruda lo decía todo, no era alguien a quien se pudiera manipular fácilmente.

Lamentablemente, se topó con una mujer aún más dura que ella, una que
la tenía agarrada por el cuello sin
importar cuánto pataleara.

Pero cuando Calle escuchó esas palabras, en lugar de enojarse, sonrió levemente, tomó a la joven en sus brazos y la sentó en su regazo, atrayéndola hacia ella.

Susurró suavemente en su oído: —"Sí,
mi amor estoy delirando, pero tú solo
puedes soñar conmigo".

—"¿Quieres morir? Bien... pero incluso
muerta, estarás a mi lado. Tu cadáver
será solo mío".

—"María José nunca podrás escapar de mi agarre." La voz baja y magnética de Calle, aunque atractiva, parecía una maldición infernal.

El aliento cálido en el oído de María José la hacía temblar... ¡Calle era una verdadera psicópata, pensó!

Incluso Ciro no pudo evitar sentirse
nervioso por sus acciones.

Nunca había visto a alguien perseguir a
una persona de esa manera; brusca y
violenta...

Aunque el resultado era predecible, era
evidente para él el rechazo de la señorita Garzón hacia Calle.

Pero, a Calle le encantaba esa sensación
de conquista forzosa, y cada vez que María José veía a alguien de la familia Calle, descargaba su furia en ellos, si ella sufría, toda la familia calle también lo haría.

En la familia, Calle era la pesadilla de María José, y María José era la pesadilla de toda la familia Calle. Desde los mayordomos y guardaespaldas hasta los pollos desnudos que María José había
desplumado... ¡todos temblaban ante
ella!

Así que, en ese momento, cuando Ciro
fue nombrado repentinamente, sintió un
escalofrío, ¿acaso llevar esa silla era
como buscar la muerte?

"Sí, señora Calle", respondió Ciro con la cabeza baja, a veces no hay forma de evitar las órdenes de su jefa.

Rápidamente, fue a buscar una silla y,
pasando entre la multitud, se acercó a
María José, con una reverencia, colocó la
silla frente a ella y dijo con respeto:

—"Señorita Garzón, nuestra jefa dice que te pongas de pie en la silla y lo golpes".

La gente a su alrededor: ¿Esto es en
serio?

Mientras María José acababa de lidiar con los dos frente a ella, ahora la observaba de reojo mientras Ciro le llevaba la silla. El hombre vestía un traje negro impecable, lo que le daba una apariencia seria y fría.

Ella lo reconoció, era uno de los guardaespaldas de la familia Calle, siempre al lado de Calle como su mano derecha.

Ciro se sintió incómodo bajo la mirada
escrutadora de María José Ya podía
anticipar lo que ella iba a hacer: tirar la
silla, o tal vez tomarla y golpearlo en la
cara, él tendría que quedarse quieto y
aguantar.

Pero, en el siguiente instante, María José
levantó ligeramente las cejas y, en frente de todos, ¡se subió a la silla.! Con una sonrisa maliciosa en sus hermosos ojos, agarró la corbata de Ciro y lo acercó un poco.

Con una intención maliciosa brillando en
sus ojos de zorra, dijo:  —¿Me encanta esta silla. ¿Acaso Calle piensa que soy
demasiado baja para ella?"

Ciro no sabía qué decir, estaba en una
situación incómoda. En su mente
pensaba: Señorita Garzón, ¿podría
mantener su distancia mientras habla?
¡Aún quiero vivir lo suficiente como para
casarme y tener hijos!

DERIVÉ (Caché)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora