CAPÍTULO 37

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POV ENID

Después de una rápida escala en
una cafetería, regresé con Yoko
al hotel con todos los kilos de
fotografías, de recuerdos que
venían con ella en su maleta.

-Bien Yoko... tenemos menos de
6 horas para hacer esto ¿Cuento
contigo?

-Por favor... es la pregunta más
idiota que me has hecho. ¡Por
supuesto que sí¡ ¡Hagámoslo antes
de que la sarcástica de Weds venga
para acá!

-Entonces... hagámoslo.

-Eres tan cursi, Enid. No puedo
creer que vayas hacer esto.
Si después de hoy, ella no te
recuerda... está perdida.

-Cállate de una vez y ayúdame. Deja
de burlarte de mi amor.

-Tu amor es tan meloso...

-Entiéndeme. La amo, la amo desde
el primer día en que la vi, la he
amado siempre, la he amado todos
estos años que la di por muerta y
eso no cambiará nunca. Sería capaz
de cualquier cosa por ella.

-Oh basta, me harás vomitar.
Sigamos con esto y esperemos a
que llegue. No puedo esperar para
abrazarla... aún sigo sin creerlo.

-Igual yo Yoko... igual yo.

POV WEDNESDAY

-¿Dónde te metiste? -Perfecto... mi
plan de entrar desapercibida al
departamento había fallado.

-¿Qué? Ah... en ningún lugar. Fui a
correr un poco, tenía tiempo de no
hacerlo.

-Hmmm... claro.

-Salí a correr Tyler, no es para que te pongas paranoico.

-Lo sé, lo sé, lo siento. Sólo al menos
contesta mis mensajes la próxima
vez, me preocupe. -Caminó hasta
mí para abrazarme y dejó un beso
en mi cuello. Increíbles mis nulas
ganas de continuar con eso, me zafé
de sus brazos y corrí hasta la cocina
para servirme un vaso de agua.

-Y dime amor... ¿Es normal que
todas las chicas salgan a ejercitarse
y regresen oliendo a perfume? -Ok, esto es raro.

-¿Disculpa?

-Eso... saliste a correr y traes un
aroma diferente ¿Es nuevo?

-¿De qué hablas? Para nada, Tyler.

-Ya veo... entonces viste a alguien.

-¿Quieres dejar de tratarme como
una reclusa?

-¿A quién viste, Wednesday? -Su expresión se tornó seria, más de lo normal y el tono de su voz cambió, era increíble y muy estúpido. Estaba de verdad teniendo un ataque de celos por un perfume de una mjer. ¿Qué rayos le sucedía?

-Sólo me vi con Enid. Tranquilo,
Tyler.

-¿Enid? ¿Qué Enid?

-Por favor... Enid, la única persona
en la ciudad que aparentemente
tiene una imagen de mí.

-Oh ya... tu supuesta amiga. ¿Sigues
viéndola, Wednesday? Ya te dije que no me da buena espina.

-No la había visto en días y hoy por
cosas del destino, nos encontramos
en Central Park. No es para
tanto, además no es mi culpa que
simplemente no te caiga bien. Yo
estoy lo suficientemente grande
para decidir con quien me junto o
no, yo me cuido sola.

-No es que no me agrade ella, Wed...
pero no me agrada como apareció...
así tan de la nada. Hay algo ahí que
no me gusta.

-¿Y qué querías? ¿Qué llamara y me informara que vendría a Nueva
York? No había otra forma de que
pasara de otra forma, Tyler. Y si pasó así fue porque el destino lo quiso.

A PRUEBA: A LA SOMBRA DE LAS TORRESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora