CAPÍTULO 52

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POV WEDNESDAY

«...nada que realmente valga la pena será fácil»

Las palabras de Maya resonaban en
mi cabeza una y otra vez.

Había pasado los últimos días en
un estado de depresión y bajo una
estricta rutina de prácticamente
hacer nada. Por las mañanas me
levantaba para ir al trabajo y al
regresar volvía a la cama, eso era
todo, eso era mi vida ahora.

Las horas pasaban y con ellas los días, pero lo único que pasaba
conmigo era que me sentía cada vez
más fuera de lugar. Cada día de la
última semana tenía al menos un
lapso de atrevimiento y comenzaba
a planear mi huida hacia Chicago,
sí, quería salir corriendo a los
brazos de mamá y parecía una
buena idea, hasta que lo pensaba
bien y concluía que jamás
soportaría tener cerca y a la vez tan
lejos a Enid. No sé qué sería de mí
si algún día paseando por ahí me la
encontrara con la chica del flequillo
de aquella vez o con quien fuera
que no sea yo.

-Por muy fuerte que quieras verte,
tienes que aceptar que Nueva York
ya no tiene nada que ofrecerte.
-Dijo Maya, mientras me pasaba un
plato de los que había lavado para
secarlo.

-Puede que tengas razón y siempre la tienes, pero no estoy lista.

-Esa es sólo una excusa más para no
hacer las cosas... ¡Ve tras tu chica!

-Se te olvida que mi "chica" tiene
a otra chica, la cual parece estarla
haciendo feliz.

-Wednesday, Wednesday... me desesperas tanto. ¿Por qué das las cosas por hecho? ¿Y si no era nadie? ¿Qué tal si había sido cosa de una noche? -Le di un codazo en el estómago.

-Por supuesto que no. -Ella se
quejó. -Enid no es así.

-Ahhh... ¡Auch! Ok, ok, ella no es
así... ¿Estás segura?

-¿A qué te refieres con eso?

-A que realmente no lo sabes... no la
conocías hasta hace poco de un mes y no recuerdas absolutamente nada
de ella.

-Pero sé que no es así, Maya... ella
es... se le nota. Es única e increíble.
-Sentía un nudo formarse en mi
garganta.

-Ahhh, eso es tan romántico.
Corre y dile que la amas ¡YA!
Estás matándome con tu cara de enamorada.

-Qué más quisiera... pero no es tan
fácil.

-Sé que no lo es... pero seguro
es más fácil de lo que crees, sólo
que eres demasiado cobarde para
intentarlo. -Sacó su lengua en
forma de burla y sólo reí.

-Sabes... a veces creo que yo debería
tener 21 y tú 28.

-Yo a veces no... ¡Siempre!- Volví a
golpearla.

-Hey, te estás acostumbrando a esto
y no me agrada ¿Eh?-Me eché a
reír. Entonces nos dimos cuenta de
que habíamos terminado con los
platos. -Muy bien... terminamos. Es
sábado ¿Tienes planes?

-¿Además de usar pijamas enormes
y ver películas tristes mientras me
termino el helado que compras? No, ninguno. -Ella sonrió.

-Dios, eres tan dramática y
depresiva. Deja eso por un día y ven
conmigo, iré a visitar a mis padres.

-Te lo agradezco, pero... preferiría
que no.

-¿Estás segura? Sabes que eres
bienvenida.

-Lo sé y en serio gracias, pero
es mejor que no. No quiero que
comiencen a creer que tienen otra
hija.

A PRUEBA: A LA SOMBRA DE LAS TORRESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora