A PRUEBA: A LA SOMBRA DE LAS TORRES

CAPÍTULO 9

POV ENID

Habían pasado ya unas horas
desde que el juicio inició. Teníamos
ventaja, eso me relajaba un poco.
Pero estaba tan aburrida y tan
ansiosa, no entendía por qué, pero
no quería seguir aquí. Estaba hablando con el abogado acusante
cuando un guardia de seguridad
entró sin pedir permiso, ni nada.
Fue directo hasta la juez y le
susurró algo al oído, ella puso cara
de susto. Se levantó y dijo:

-El juicio se suspende hasta nuevo
aviso. -Tomó sus papeles y salió
corriendo. Todos nos miramos
extrañados. No lo niego, estaba
feliz, pero... ¿A qué se debía ese
cambio tan repentino?

Salí con Oliver del lugar y me dijo
que iría al baño, así que decidí
esperarlo en la salida. Saqué mi
celular de mi bolso, lo encendí y vi
que tenía un mensaje de Wednesday y que extraño... ¿18 llamadas perdidas?

Caminé hacia una de las bancas
de la recepción para regresarle
la llamada, cuando vi a todos
alrededor de un pequeño televisor, todos muy exaltados y maldiciendo
a medio mundo.

Por un momento me olvidé de mi
celular y me acerqué a mirar.

-Hey, disculpen. ¿Qué está pa... -Y
entonces lo vi, algo increíblemente
aterrador, no podía creerlo.
Estaba en shock como los demás.
El noticiero estaba en vivo desde
Nueva York, enfocando a dos de
los emblemas más importantes del
país y estaban en llamas. Me quedé
un momento mirando cuando... mi
mente reaccionó. Ahora entendía
todo.

-Wednesday... -Susurré. Desesperada, tomé mi celular y la llamé. -Mierda Addamd, contesta... contesta... ¡Contesta por favor! -A este punto, las.lágrimas corrían por mi rostro. Estaba desesperada. ¿Por qué no contestaba si ella me había llamado antes? ¿QUÉ RAYOS ESTABA PASANDO? Todos me miraban.extrañados por lo mil veces más histérica que me ponía con el paso de los segundos. El reloj del noticiero marcaba las 9:59 a.m.
Y entonces pasó, el temor más
grande de todos, ante mis ojos en el
televisor. Mi temor más grande.

Vi la torre de un momento a otro
desplomarse, junto con millones de
vidas en ella, junto con millones de
vidas debajo, junto con todas mis
esperanzas. En ese momento, mi
celular dio tono.

-Enid... -Era ella. Estaba bien.

-¿WEDNESDAY DÓNDE DIABLOS ESTÁS?- Grité desesperada, muerta en llanto mientras todos me miraban.

-Ens...

-¡VUELVE A CASA WEDNESDAY! TIENES QUE VOLVER! Y TIENES QUE HACERLO ¡AHORA! -Ya no podía más. Estaba sudando frío.

-Enid, yo.....

-¡¡¡WEDNESDAYYY!!! bip ... bip... bip... - Sólo se escuchó la voz de Helen al final y entonces se cortó.

-¿Wednesday? ¿Weds, sigues ahí?

POV WEDNESDAY

Entonces la luz se tornó negra y un
silencio ensordecedor cargado de
muerte en él.

POV ENID

-Wednesday, deja de jugar... contesta ya.- No podía ser verdad. Ella no podía estar muerta. Empecé a sentir las miradas de lástima que tenía a mi alrededor, me di vuelta para salir de ahí cuando me topé con Oliver, que creo que había estado aquí todo el tiempo. Sólo me quede mirándolo. En sus ojos se veía claro todas las cosas que quería decir y no podía.

-Oliver... -Apenas podía formular
una frase. La cabeza estaba a punto
de explotarme, no sabía qué hacer.
-Oliv, ella estaba ahí... -Entonces
llegó el inconsolable llanto, me fui
sobre su cuerpo y caí de rodillas
con él abrazándome, noté que él
también tenía lágrimas en sus ojos.

-No... no sé qué podría decirte
ahora Enid. -Él sólo acariciaba
mi espalda, tratando de calmarme
y escuchando los estruendos de mi
llanto, haciendo lo que cualquier
amigo haría en estas circunstancias.
Sostenerme cuando estaba a punto de caer. Entonces todo el mundo
reaccionó y de un momento a
otro tenía como a 8 personas a mi
alrededor ofreciéndome agua e
incluso, unos calmantes.

No quería nada. No quería nada
que no fuera ella. En ese momento,
el televisor marcaba las 10:28 am,
cuanto a los ojos del mundo la otra
torre se desplomo. Ya no sabía que
pensar, aún era tan irreal... Una
parte de mí sentía que todo era
una película y que ella volvería el
sábado a mis brazos como si nada.
Y la otra, estaba golpeándome,
tratando de hacerme recapacitar
que eso no sucedería, de que
posiblemente la había perdido para
siempre.