CAPITULO 32

329 15 5
                                    

-¿Podrías dejar de mirarme?- comenzamos a caminar para salir del bosque, pero no ha parado de mirarme de reojo y no suelta mi mano- ¿te quieres asegurar que sigo aquí y qué?

-No, no te quiero soltar y dado que tu presencia y olor son desconocido, por el momento para mí, no lo haré- se ríe y lo miro. Mi cuerpo se relaja, me siento cómoda con él, pero la sensación de angustia sigue presente, Frena y se coloca frente mío, me besa. Me tomo por sorpresa, le correspondo. Se separa un poco de mí y me mira- Jara ¿te encentras bien?

-Si estoy bien. - Frunzo el entrecejo- ¿paso algo que deba de saber o porque preguntas tanto? - niega, lo miro confusa. Se separa y seguimos caminando- si me preguntas por Vladimir estoy bien, no pasó nada ehhh grave.

-¿Vladimir? Ya lo llamas por su nombre y todo- suelta enojado, lo miro de reojo. Me rió- Sé que no te hizo nada, no es ignorante ese vampiro, pero me aseguro de todas formas-niega y lo miro confundida- dejo su olor impregnado en ti, como, marcando territorio.

- y eso es molesto ¿Por qué? -se detiene de golpe, respira hondo, se gira y me besa. Lo miro. De la nada me levanta y me coloca boca abajo en su hombro. - Franco ¿Qué carajos? - este se ríe y comienza a correr. Me sostengo de dónde puedo. Solo rezo para que no me deje caer. - si me dejas caer te patearé las bolas tanto que terminaras llorando.

Su respuesta fue una nalgada. Mierda. siento un cosquilleo en mi estómago. Me estoy mareando. Cierro mis ojos y de la nada mis pies tocan el suelo. Un leve mareo me invadió. Sus manos sostienen mi cintura. Al abrir mis ojos lo veo, me mira sonriente. Mi vista se desvía por los alrededores. Seguimos en el bosque lo miro confusa. Me agarra de nuevo la mano y comenzamos a caminar. Quiero hablar, pero no me salen las palabras, mi mente quedo en blanco, por lo general siempre saco temas para conversar, pero ahora no hay nada. No se me ocurre nada. Se formó un silencio cómodo.

-Crees que puedas patearme las bolas- ¿qué dijo? -Dijiste que si te dejaba caer me patearías las bolas ¿crees poder conmigo?

-Si, puedo contigo- me mira con una ceja alzada y se ríe. Me hago la ofendida- la cuestión no es esa, Franco ¿tu podrás conmigo? - parece ser que lo piensa, le pegue despacio en su hombro.

-Mmmm de poder lo veremos, bonita- le sonrió y lo miro desafiante, se me acerca y me besa- Estate atenta.

Me rio le devuelvo el beso. Se separa un poco y apoya su frente en la mía. Mantiene sus ojos cerrados.

-Lo estaré, pero ¿Qué gano? - abre sus ojos. hay una pizca de diversión.

-Pídeme lo que quieras, pero si yo gano me cumplirás un deseo-me da un pico y se separa de mí, siento la presencia de Matt acercándose- esperare tu respuesta.

No respondo y esperamos a que Matt aparezca. Se coloca detrás mío, yo me cruzo de brazo y antes de que pueda reaccionar siento un golpe en mi nalga. Ahogo un grito y lo miro ¿me acaba de dar una nalgada? Mis mejillas se comienzan a sentir calientes. Lo miro y me mira divertido, antes de que pueda hacer o decir algo Matt aparece junto a Javier en su forma lobuna. Respiro hondo y miro de muy mala manera. Matt y Javier se trasforman en su forma humana y siento la mano de Franco tapando mi campo de visión. Le doy un codazo, pero solo gime de dolor, pero no me quita su mano.

-Vuelvan a su forma lobuna.

-Jara ¿está bien? -pregunta Matt parece realmente preocupado.

-Sí, estoy bien- interrumpo antes de que Franco hable- y tu imbécil quítame tus manos, ver a Matt y Javier desnudos no es de mi interés, pero ya los vi a ambos, no es como que se pueda evitar, pero ¿es necesario?

-Jara ¿Cómo...-se escucha un sonido de husos romperse y sé que se transformaron, Franco me quita sus manos y me mira, esperando respuesta. Subo y bajo mis hombros.

RechazadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora