CAPITULO 34

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Clover, gane amigo- la voz de Marcus hace que frunza en entrecejo.

La próxima vez te mato Marcus. -sentencia Clover- mi compañera estaba conmigo, grandísimo idiota.

Lo siento, pero me asegure de no hacerle nada, aunque sus disparos sí que me dieron.

Te jodes por idiota, ¿Cómo te llevas a Jara así?

Es culpa de Javier, idiota, dijo que ya había encontrado a su compañero, pero no hay marcas ni olor. Me hizo enojar.

Claro!!! Cada puta cosa te hace enojar!!! Pero tenías razón.

Si dame crédito por eso.

Señorita Jara, sabe que es de mala educación escuchar conversaciones ajenas.

-Son unos putos idiotas- tres pares de ojos me miran, Fio rueda sus ojos, me bajo de Franco. Siento un mareo intenta tocarme, pero no lo dejo- ¿qué carajos les pasa?

-Jara ¿puedes escuchar a nuestros lobos? - Matt pregunta con cautela, asiento, y este me mira con asombro, desvió la mirada hacia Franco- y tu maldito idiota, como te atreves a tratarme así, eres un hij...

Me besa. Choca sus labios con los míos y me besa. Lo empujo y le doy una cachetada.

-Jara ¿me puedes explicar?

-Marcus el lobo de este engendro quería comprobar que yo escucho a los lobos. -Fio comprendió todo, miro a Matt y este sube y baja sus hombros.

-Son unos completos idiotas, no me toques- camina y se acerca a mí- vamos, los tíos deben de estar preocupados.

Caminamos y me apoyo en Fio. Ellos nos siguen, el amanecer comienza a salir. Llegamos a la casa. Franco me agarra a mí y me lleva en sus brazos. Matt agarra a Fio y la sube a sus hombros. Le hace una señal tipo militar a Franco y se va.

-Bájame- este me mira y niega. Se adentra a la casa y sube las escaleras. Me muevo para bajarme, pero sus brazos no ceden. Nos adentramos a su habitación y cierra la puerta con llave.

-Jara lo siento, déjame ver la herida-mi rabia aumenta.

-Lo siente-me rió- que carajos te pasa, me tratas así y después un lo siento. ¿en serio? Eres un puto idiota.

Mis lágrimas salen. Mierda. Me atrae hacia el me abraza. Nos quedamos así unos minutos. Mi cuerpo se encuentra tenso y mi corazón late rápido. Despacio se separa de mí.

Jara no mordí tan profundo, pero deja que Franco te examine.

-Vete a la mierda Marcus y tu déjame irme- lo empujo, pero no se mueve ni un centímetro. En cambio, me da vuelta y me guía hacia el baño. Enciende las luces y busca algo en los cajones. Me giro para irme, pero me agarra la mano. Me atrae hacia él y me sienta en el lavamanos. Quedamos casi a la misma altura. Me examina el cuello. Me gira suavemente con su mano la cabeza.

Ya sano, es un buen lugar para una marca- Marcus me habla- Jara ¿ya encontraste a tu compañero? -asiento, el cuerpo de Franco se tensa- una lástima.

-Entonces deberías de dejarme ir con más razón-mi boca está seca. Carraspeo.

-No-ambos dicen a la vez que lo miro confundida.

Una lástima, lo vas a rechazar, eso no se discute. Ya te marqué

Mi cuerpo se tensa. Lo miro, esperando a que me diga que es mentira, pero hay cierta determinación en su mirada. Suspiro y apoyo mi cabeza en su hombro.

-¿Por qué?-mi voz se escucha ahogada- no me quieren ¿Por qué me marcaste?

-Jara mírame-niego, el lleva sus manos a mi cintura, se abre paso entre mis piernas y se acomoda, no me muevo- ¿Quién es? Tu compañero.

RechazadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora