CAPITULO 45

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-¿Algo pasa Jara?- pregunta por cuarta vez, sigue manejando, no sé a dónde se dirige. Me dispongo a mirar por la ventana, siento su mirada de reojo. Lo ignoro. Suspiro, creo que mi momento de soledad tendrá que esperar- Bonita lo que hice antes de ti, de encontrarte, es pasado, no debería de importar.

-lo que digas- suelto sin importancia. Escucho un suspiro de su parte- ¿ a dónde te diriges?

-¿me dirijo?- pregunta confundido, no respondo- tu vienes conmigo, la pregunta sería ¿ a dónde nos dirigimos?

-Yo tengo planes, así que la pregunta está bien formulada.

- así que planes ¿con quién? - desvió la mirada y lo miro, el me mira de reojo y vuelve a mirar el camino.

-Es una pregunta estúpida dada la situación ¿no crees? – suelto con tono serio. Regreso mi vista al camino. Mientras se forma un silencio tenso. Tengo hambre, debí de comer más en el almuerzo. Aparca el auto luego de unos minutos, en un café. Me bajo y comienzo a caminar en dirección del centro comercial. Siento su presencia detrás mía. Lo ignoro. Camino mirando tienda por tienda, hasta dar con una de celulares.

-Hola buenas tardes ¿en qué podemos ayudarla? - la mirada de la chica se desvía detrás mía, abre sus ojos como platos- Alfa- salda tímida y vuelve su mirada a mí- ¿Luna?

-No

-Si-respondemos los dos a la vez. Suspiro, la chica parece confundía.

-Busco un celular, puedes mostrarme los nuevos modelos- ella asiente y desaparece, Franco se coloca a mi izquierda. Necesitare una funda, de qué color. La chica vuelve con diferentes celulares, elijo uno- y las fundas puedes mostrármelas.

-Si claro Luna, pero hay una promo-dudosa habla, mientras busca las fundas, las colocas en el mostrador. Franco se despega de mi lado, de reojo lo miro se dirige a la caja, vuelvo mi vista a las fundas- una promo de una funda por el templado del celular, ¿esta le gusta? - me señala una funda con dibujos, niego, agarro una simple de color violeta- excelente elección.

Espero a que termine de colocarle el templado y paso a la caja. Pero cuando le paso la tarjeta para que me cobre niega. La miro sin entender.

-Es por cuenta de la casa, solo por ser la luna de nuestra manada.

-Este es su negocio, no voy a aceptar que regalen su trabajo, así que cóbreme lo que corresponde. - mira con miedo a Franco.

-Jara ya lo pagué- lo miro sin entender- ya lo pagué, no te preocupes.

-Señorita me puede pasar el recibo por favor- dudosa y con miedo me pasa el recibo- Gracias.

Salgo de la tienda a pasos apresurado. Busco el cajero más cercano. Le hare una transferencia desde el cajero. Él no se despega de mí, va muy cerca para mi gusto. Llego al cajero, intento introducir la tarjeta, pero me la arrebatan de mis manos. Me cruzo de brazos y giro, lo miro con mala cara. Él está igual con su expresión.

- ¿Qué haces? – suelto sin más esperando a que me devuelva la tarjeta, pero la escode entre sus brazos cuando los cruzas sobre su pecho.

-Te pregunto lo mismo, puedes usar todas mis tarjetas si quieres.

-Tengo mi propio dinero, puedo pagarme mis cosas.

-No me refería a eso Jara- extiendo mi mano para que me de la tarjeta per niega y retrocede unos pasos, se gira y comienza a caminar. Lo sigo y camino a su lado.

-Devuélveme la tarjeta- el me ignora y sigue caminado. Salimos del centro comercial, y sin decir una palabra se sube al auto. Me subo antes de que me deje - Franco devuélveme la tarjeta.

RechazadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora