CAPITULO 17

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Me paseo por la habitación no pierdo detalle de lo que hay una mesa, un sillón, dos camas sobreimpuestas por nosotras, sonrió. Como ya se han recuperado hoy abandonamos este hospital, lo que quiere decir que saldremos de la manada, es decir regreso a mi rutina de vida. Derek y Fiore se han ido a comprar algo de ropa y comida, ya que la ropa que traían con ellos, mis tíos, se perdió en el accidente. Amelia se está bañando. Es raro que la luna Emilse no haya hecho acto de presencia, ya que han pasado un día, antes de darle el alta oficialmente. Nica no ha parecido ya que le ha costado sanar a ambos y está dándose un buen descanso, según mi tía. Una del equipo de salud que cuenta con este servicio seguramente le informo. Ya que hemos estado siendo observada 24/7 y realmente es frustrante.

-¿Ansiosa por irnos?- la voz de Amelia se escuchó desde el baño.

-Tanto se nota-afirmo y escucho su risa.

-Sí, mi vida, se nota y mucho ¿Qué tal el reencuentro con tu madre?

-Agrio, por cierto si te reclama por lo que estudie, ignórala.

-Uyy era obvio que no le iba a agradar.

-Ooookeeeyyy solo aviso tía, lo que ella quiera me vale.

-Jara

-¿Si?

-Sa...

Antes de que continúe la puerta es abierta y por ella ingresa la luna Emilse y Helena. Hablando de roma.

-Buen día.

-Buenas-respondo sin darle tanta importancia- Amelia se está bañando si quiere puede esperarla un momento luna Emilse.

-No te preocupes querida, ya me acomodo por aquí- se sienta en el sillón, Helena permanece para al lado de ella- ponte cómoda Helena, no te preocupes Ami te espero.

La ventaja de ser lobo. escucho el si de Amelia desde el baño. Helena se ubica en el otro extremo del sillón. Observando todo lo que hago, sigo mi recorrido por la habitación. Supongo que tener una hija a la cual cada cosa que haga a su madre le molesta es duro. Realmente lo es, te hace cuestionar tu existencia, por suerte y lo cual agradezco ahora es que me haya mandado con Amelia.

-¿Cómo estas Jara?

-Bien Luna y ¿usted?

-Bien, gracias a la diosa luna, pero dime ¿Cómo se siente volver a tu manada?

-No es mi manada, ya que me acostumbre a vivir entre humanos- siento la mirada de desaprobación de Helena- no me transforme y las circunstancias que me hicieron volver no son de mi agrado, sin ofender.

-Te considero parte de la manada Jara eres un integrante con o sin transformación-su seriedad me sorprende- por tus raíces y lazos sanguíneos, por tu madre y tu padre, además de tu tía, además de que creciste aquí gran parte de tu infancia. Tu trasformación, repito, no tiene nada que ver, además tu tía también vive entre humanos y sigue perteneciendo a esta manada.

-Tiene razón- suspiro mientras me siento- por eso dije "sin ofender" no es mi intención ofenderla, pero dada las circunstancias que me han hecho volver, no es grato.

Si soy o no parte de la manada me da igual no me siento parte. Ya que es fácil soltarnos cuando somos "humano". Y los vínculos creo que se deben de crear o eso me parece a mí.

-No, no es grato volver en sus circunstancias- el tono de su voz sigue igual- no me disculpe por cómo se dieron las cosas, debieron de avisarle sobre el accidente, en cuanto sucedió. Así que una disculpa Jara por no avisar con tiempo.

Asiento. Al menos lo reconoce. La desaprobación de Helena es evidente, pero la ignoro.

-Aprecio que lo haya hecho.

RechazadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora