Martin se lava la cara con agua para tratar de ocultar sus ojos hinchados aunque, ¿a quién quiere engañar? Juanjo lo conoce lo suficientemente bien como para saber que estaba llorando.
Al abrir la puerta se encuentra con la mirada preocupada de Juanjo.
-¿Estás bien, novato?
Martin no articula palabra y se lanza a los brazos de Juanjo que le rodea totalmente, colocando sus manos en la cintura del vasco mientras comienza a hacer pequeños círculos sobre esta. El pequeño se permite llorar encajando la cabeza sobre el hombro de Juanjo.
-¿Mejor?- Martin le dedica una sonrisa sincera y Juanjo le da un par de palmaditas en el cuello atrayéndolo para abrazarlo de nuevo.
En ese instante, el teléfono de Juanjo comienza a sonar en su bolsillo, rompiendo el momento que los dos chicos habían creado. En el teléfono se ilumina: Mamá. Ambos miran la pantalla, y Martin trata de buscar alguna señal en el rostro del mayor. Juanjo frunce el ceño y se separa bruscamente del vasco.
-¿Si?- pregunta Juanjo sin apartar la vista de los ojos de Martin.
-Juanjo- solloza su madre- tu hermano...
-¿Qué pasa con Javi? ¿Mamá qué está pasando?-pregunta con nerviosismo Juanjo.
Martin se preocupó al ver la cara de terror de Juanjo y se acercó para darle la mano pues en ese momento estaba empezando a temblar. Juanjo colgó la llamada hacía 2 minutos pero no había sido capaz de articular palabra, se había quedado paralizado en un estado de pánico en el que su cuerpo no respondía. Quería echar a correr pero no pudo, como si tuviera una pesa de 100kg atada a los pies que le impedía moverse.
Martin se acercó poco a poco a él para no asustarlo, estaba realmente abrumado pero sabía que algo gordo tenía que haber sucedido para ver a su amigo perder la perfecta compostura que siempre tenía.
-Mi hermano ha tenido un accidente- dijo sin parpadear- está ingresado en el hospital.
Martin no pudo aguantarlo más y se tiró de nuevo sobre los brazos del mayor, que tardó un poco en responder a su abrazo para finalmente apretarle con fuerza contra su pecho. Estuvieron así durante varios minutos. Ambos chicos perdieron la cuenta del tiempo, pero no podía darles más igual. Ambos eran el lugar seguro del otro.
-Tengo que irme a Zaragoza, Martin.
-Voy contigo- soltó sin pensar.
¿Acababa de decirle a Juanjo que se iba con él a Zaragoza? Martin se sorprendió a si mismo de actuar de manera tan impulsiva. Siempre había sido una persona muy racional que se pensaba las cosas veinte mil veces antes de llevarlas a cabo. Pero esta vez no había lugar a la duda. Tenía que apoyar a Juanjo.
-¿De verdad harías eso por mí?-preguntó Juanjo con vergüenza.
-Pues claro idiota-contestó sonriente.
En otro momento, Juanjo habría prohibido que alguien le acompañase en un momento tan vulnerable y privado. Con Martin era todo diferente y necesitaba su apoyo. Más que nunca lo necesitaba cerca.
-Debería salir cuanto antes, pero no quiero preocupar ni decírselo a nadie... de momento- Martin asintió comprensivo- mira, vamos a hacer una cosa, tú te vas a ir ahora para casa y yo pongo una excusa de que te ha sentado mal la comida o lo que sea y yo me iré a los pocos minutos para no levantar sospechas. Haz una mochila con ropa y yo te paso a buscar en coche en media hora ¿vale?
Martin asintió sin réplica y corrió hasta su domicilio, donde guardó en su mochila habitual varias prendas de ropa, un pijama, ropa interior, el cargador del teléfono, cepillo y pasta de dientes.
Juanjo consiguió irse de la quedada sin levantar sospechas, todas menos las de Ruslana. La pelirroja lo conocía lo suficiente como para saber que le estaba mintiendo. Aún así sabía que que el maño necesitaba su espacio y que con más calma le confesaría que es lo que ocurre. Ambos se despidieron con un: "esta noche te llamo".
Media hora después su coche estaba en segunda fila esperando en el portal del vasco para emprender rumbo a Zaragoza.
Juanjo conduce concentrado con un sonriente Martin sentado de copiloto canturreando:
"Sabes cuantas cosas te he querido y te quiero decir
Sabes lo mucho que ha sufrido mi alma
Tienes en tus manos la esencia de mi voz
Y es por ti que grito amor
Tienes mi vida controlas mi aire
Y eres dueña de mi ser
Perdiste las calma, perdiste las ganas de amarme de
nuevo y ahora mírame
Me cole por la puerta de atrás,
Pero no preguntes de donde vengo,
Me he perdido dos veces
Y me he dejado llevar por lo que sentía por dentro."
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VIAJE A NINGÚN LADO
FanfictionMartin, un chico de 21 años bastante solitario acaba de terminar la carrera de enfermería en Bilbao. Agobiado por los recientes acontecimientos entre su grupo de amigos decide huir de su entorno y probar suerte en la capital. Allí conocerá a Juanj...