VIAJE A NINGÚN LADO

CAPÍTULO 36. VOLVERÍA

Juanjo sintió como el cuerpo de Martin se tensó. El maño giró su cuerpo para encarar a Martin mientras continuaba acariciando su cabello.

-¿Qué pasó Martintxu? Te has quedado muy serio de repente. 

Martin estaba tan concentrado en la pantalla que no había escuchado a su chico. Tenía el ceño fruncido y la boca entreabierta, apenas parpadeaba. Se incorporó en la cama para poder leer el mensaje mejor. Meditó la respuesta y comenzó a teclear eufóricamente, ante la atenta mirada de Juanjo que no entendía el brusco cambio de actitud del vasco.

"Alejandra uni: hola Martin, te estarás planteando el por qué te escribo después de llevar más de tres meses sin saber nada el uno del otro. Realmente no sé ni por donde empezar, la verdad. Me siento ridícula por ser partícipe de todo lo que te hemos hecho pasar estos cuatro años. Sé que no es excusa, pero ahora mismo me siento la peor persona del mundo y solo me sale pedirte disculpas por todo. Por estar en medio de tu relación, por no apoyarte cuando lo necesitabas y no haberle plantado cara a Sergio. Porque sí, tuve que hacerlo hace mucho tiempo y ponerme de tu lado. Estaba tan estúpidamente enamorada que el amor me cegaba y con tal de estar con él pisé al único amigo de verdad que tenía en la carrera. Sé que ahora esto no tiene ningún sentido pero no quiero quedarme sin decírtelo. Supongo que no me quieras perdonar, yo en tu lugar tampoco lo haría.  Quiero que sepas que he estado con Sergio hoy y me ha contado lo que os ha pasado. Estaba ya harta de él y esto ha sido la gota que colmó el vaso para que decidiera dejarle. He visto lo feliz que eres en Madrid y espero que así siga siendo porque te lo mereces. Espero que algún día puedas perdonarme aunque nunca seamos amigos. Feliz cumpleaños Martinu"

"Martin: hola Alejandra. Agradezco tus disculpas pero no sé si en algún momento seré capaz de aceptarlas. Me habéis roto el corazón entre todos en mil pedazos y me está costando repararle más de lo que me gustaría. Gracias por ser sincera conmigo, espero que a ti también te vaya bien en el futuro."

Una vez acabó de escribir el mensaje su cuerpo se relajó y expulsó un suave suspiro. Giró la pantalla del teléfono para mostrarle el mensaje a Juanjo.

Martin soltó el teléfono dejando que Juanjo leyera tranquilamente todo mientras él se levantó al baño. Cuando regresó, Juanjo tiró de su brazo para que cayera encima de él mientras no dejaba de besarle causándole cosquillas.

- Te quiero Martin. Estoy muy orgulloso de todo lo que estás creciendo personalmente y me alegro mucho que sea a mi lado.

- Yo te quiero más, Juanjo.

- Hay alguien más que te ha felicitado hoy - Juanjo sacó su teléfono del bolsillo para enseñárselo a Martin.

Javi había enviado un mensaje a su hermano para felicitar al vasco. En el vídeo el pequeño enseñaba la cicatriz de la intervención, ya no había grapas ni puntos. La sonrisa genuina del pequeño logró emocionar de nuevo a Martin que se abalanzó sobre Juanjo para besarle con extrema necesidad. Pasaron así durante minutos y horas, quedándose profundamente dormidos con las piernas entrelazadas.

(...)

El fin de semana express en Bilbao ya había terminado y los dos chicos habían vuelto a la rutina de trabajo y pacientes. Parecía que había sido un espejismo en medio del caos que suponía la realidad de la sanidad española. Las gotas de sudor no dejaban de caer por la frente del maño, que no daba a basto con la cantidad de volantes pendientes de pruebas que se acumulaban en su carro de medicación. Martin por otro lado se encontraba junto al médico pasando visita anotando de manera escrupulosa todas las indicaciones para los próximos días. Apenas habían podido mirarse en toda la mañana ni habían parado para beber un sorbo de agua. Álvaro y Álex estaban hasta arriba de aseos de pacientes encamados y con dificultad de movilidad y Ruslana respondía llamadas telefónicas sin cesar, casi no había colgado el teléfono que ya estaba recibiendo una nueva notificación. La falta de personal se hacía notar una vez más.

- Esta mañana de mierda hay que arreglarla con una cerveza - aseguró Álvaro.

- Eso ni se duda bro - respondió Álex con una sonrisa.

Las siete horas de turno pasaron finalmente, aunque podrían apostarse como si hubieran sido tres segundos. No les había dado tiempo a ninguno a acabar la mitad de las tareas asignadas. El grupo de amigos estaba sentados a la sombra de su bar por excelencia junto a una cerveza fría en mano y algunos fritos variados para picar.

- Pf por esto vengo yo a trabajar - suspiró Ruslana mientras brindaba su jarra con  la de Álvaro y Álex.

Juanjo sonreía bobamente mientras miraba de reojo a Martin. Este estaba demasiado enfrascado en una conversación junto a su compañera de piso como para darse cuenta.

- Bueno maño, ¿cuándo piensas confirmarnos lo vuestro? - sugirió Chiara con una media sonrisa mientras señalaba al vasco con la cabeza.

Juanjo sintió arder sus mejillas ante la atenta mirada de todos, incluso la de Martin, que había dejado la conversación a medias ante la pregunta directa de su amiga. El vasco notó la incomodidad de su chico y decidió echarle una mano. Entrelazó sus dedos junto a los del maño y respondió.

- Sí chicos, estamos juntos desde hace un mes apróximadamente. Queríamos ir poco a poco, por eso no os hemos dicho nada hasta ahora - Juanjo se acercó a depositar un suave beso en la mejilla del pequeño y el contrario le dio un suave apretón en el muslo.

Ruslana y Álex compartieron una mirada cómplice. Ellos sabían todo lo que había pasado detrás de su incipiente relación. Había sido un camino largo acompañando a sus "dos niños" pero estaban felices y orgullosos del crecimiento personal de ambos. Se querían y se hacían mucho bien.

- Lo sabía, me debes 20 pavos - dijo Álvaro encarando a Violeta entre carcajadas. Logró esquivar la patata frita que le lanzó el vasco, no pudiendo evitar sin embargo el codazo del maño que estaba sentado a su lado.

- Ahora en serio chicos, estamos muy felices por vosotros - respondió sincera Violeta.

- Yo aunque bromee tanto también os quiero mucho - aclaró Álvaro.

El grupo se fundió en un abrazo largo. Martin jamás había tenido un sentimiento de pertenencia  tan fuerte. Le querían y él los quería a ellos. Tenía una persona maravillosa a su lado como pareja dispuesta a dar su vida por hacerle feliz. ¿Es verdad eso de que a las personas buenas se les recompensa  todo lo malo que tuvieron que pasar en el pasado? Martin no tenía respuestas para sus preguntas, pero lo que sí que tenía claro era que junto a sus amigos y su novio, la respuesta siempre iba a ser SÍ.

------

PENÚLTIMO CAPÍTULO :( ¿QUÉ OS  ESTÁ PARECIENDO LA HISTORIA? 

HE DECIDIDO PONER EN MARCHA MI SIGUIENTE FIC SE TITULA "QUE SIEMPRE SEA VERANO" OS DEJO PUBLICADA LA INTRODUCCIÓN, ESPERO QUE LO LEÁIS TAMBIÉN!!!! <3