CAPÍTULO 23. CUERDA AL CORAZÓN

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-Creo que me gusta Juanjo.

Álex sonrió con ternura y le dedicó una de sus características sonrisas, a la vez que afianzaba el agarre sobre su hombro. Martin frunció el ceño ante su inexistente sorpresa. Álex se mantenía manifestando un gesto neutral.

-¿No estás sorprendido? - preguntó Martin.

- Pues  si te soy sincero no, la verdad, llevo viéndoos estos tres meses de verano y os shippeo casi desde el principio- responde riendo- hasta cuando fingíais llevaros mal yo era el capitán de este barco. Cuando seáis novios y os caséis me pido llevar los anillos.

Martin no pudo hacer más que reírse. Álex había conseguido aligerar un poco el peso que sentía sobre sus hombros. Sentía como si acabase de darse una ducha después de un día muy caluroso. Los kilos de peso que le hacían andar lento durante toda la mañana parecía que se habían esfumado con la confesión.

- ¿Y qué problema hay en que te guste Juanjo entonces, hermanito? ¿Por qué estás así?

- Estoy inseguro, no sé si Juanjo siente lo mismo que yo y no quiero fastidiar la amistad que tenemos- dice temeroso Martin- es más, no quiero que cause problemas al grupo.

Álex parece meditar su respuesta unos segundos y abrió la boca:

- No conozco a Juanjo hace mucho tiempo, pero estos dos años con él he podido descubrir que es una persona que se preocupa de la gente que le rodea y que quiere. No juzga a la ligera, ya has podido comprobar que habla hasta con las piedras. Es más, mira, al principio de llegar a Madrid estuvo un tiempo liado con Álvaro, nada serio la verdad cuatro besos tontos, y eso jamás rompió su amistad ni ha provocado nada en el grupo. Le quiere muchísimo y se preocupa por él casi cada día. Además tú mismo habrás podido comprobar que sabe escuchar y es empático. - explica pacientemente Álex- no sé qué más decirte, pero creo que tienes que darle una oportunidad a lo que sientes y expresárselo.

-Pero es que se me da mal hablar de mis sentimientos - contradice Martin.

- Bueno, eso no significa que tengas que hacerlo ahora mismo, quizá te ayude escribirlo en un papel o ¿qué se te da bien para mostrar a los demás que les quieres?

- Se me da genial dibujar y la fotografía - responde tímidamente Martin - es uno de mis sueños frustrados la verdad.

-Pues ya tienes una forma... eso unido a escribir en un papel todo lo que pasa por tu cabeza te ayudará a planear y ordenar lo que sientes y lo más importante de todo, no tengas prisa.

Álex y Martin se abrazaron fuerte durante unos segundos en los que el vasco quiso mostrar al contrario todo lo agradecido que se mostraba ante sus consejos.

- Estoy preocupado porque está en Zaragoza con su hermano y no sé si está bien o si necesita hablar. No es como si le tuviera aquí delante y pudiera hablarle. Tampoco quiero molestar ¿sabes?

- Dale tiempo Martin, Javi es la persona más importante que tiene en su vida y se cierra mucho ante sus sentimientos en todo lo que se relaciona a él. El año pasado sé que pasó algo con su hermano y estuvo distante casi cuatro meses en los que no quedaba ni sabíamos de su vida más que en el trabajo. 

La conversación con Álex fue como una cura para el corazón de Martin, el resto del turno pudo transcurrir con mejor humor y menos fallos por parte del vasco. Para Ruslana mientras tanto no pasó desapercibido los ojos llorosos de Martin tras estar a solas con Álex.

(...)

Son las 10 de la mañana y Juanjo se encuentra dando paseos de lado a lado por la sala de espera. Juraría que ya había hecho 6000 pasos desde que su hermano entró por la puerta de quirófano. Los padres de maño se encontraban sentados tranquilamente en los asientos de la sala de espera sin mostrar ni un ápice de nerviosismo mientras leían el periódico del día. ¿Por qué estaban tan tranquilos? Juanjo no lo podía entender. Consultaba el teléfono casi cada minuto, sin cobertura. 

Juanjo maldecía mientras se mordía las uñas, tenía que haber escrito a Martin antes de bajar a los sótanos del hospital. Decide hacer un parón en su marcha nerviosa alrededor de la sala de espera porque en cualquier momento alguien iba a llamarle la atención. En verdad, ya se había llevado una mala cara de varios de los familiares de otros pacientes. ¿Pero qué iba a hacer? Estaban operando a su hermano de 10 años. Su pequeño, su confidente, su otra mitad. Juanjo no pudo evitar comenzar a mover la pierna compulsivamente.

- ¿Familiares de Javier Bona? - se escuchó una voz en la lejanía.

De un respingo salió corriendo hacia el médico junto a sus padres.

- Bueno, todo ha ido bien. Su hijo es muy fuerte- expresa mostrando una sonrisa tranquilizadora- hemos colocado un par de clavos alrededor del húmero y la fractura ha quedado perfectamente estabilizada. Ahora tiene que pasar unas horas en reanimación hasta que despierte totalmente de la anestesia. Pueden ir a descansar o comer algo si así lo desean, mínimo serán dos horas. Puede que algo más si tiene dolor. Mañana las enfermeras en planta le extraerán una analítica para ver si ha perdido mucha sangre y se le realizará una placa de control para comprobar que el clavo está bien. Si todo va bien en un par de días estará en casa. ¿Tienen alguna duda?

Juanjo pudo respirar tranquilo por fin. Sus padres le insistieron en ir a la cafetería a tomar algo pero el maño aún tenia el estómago cerrado por los nervios. Aún así, decidió acompañarles para despejarse de los oscuros sótanos y ver algo de luz. 

Saca su teléfono y observa que por fin tiene cobertura y es por fin cuando decide contestar a Martin.

"Juanjo: hola novato"

"Juanjo: perdona no haberte escrito antes pero no había cobertura en los sótanos del hospital :( "

"Juanjo: he estado muy nervioso toda la mañana, pf no puedes imaginártelo. Acabo de salir de la sala de espera de quirófano y nos han dicho que todo ha ido bien, ahora estamos tomando un poco el aire antes de que suba a planta. Muchas gracias por preocuparte, no sé como agradecerte que hayas estado tan pendiente de mí y de Javi"

Juanjo medita la idea que se le está pasando por la cabeza, pero esta se ve interrumpida por una llamada entrante. No puede hacer más que sonreír.  ¿Qué había hecho para merecer a Martin?

VIAJE A NINGÚN LADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora