12 | LA POCIÓN VERDE
Luca no durmió nada.
Pasamos la noche con las antorchas encendidas. Desde que se llevaron a su padre, Luca estaba mirando a la nada. Parecía pálido y, cuando le dije si estaba bien, solo me dijo que estaba muy cansado como para hablar de ello. Sin embargo, me quedé hasta muy tarde despierto por si él quería hablarme; no quiso.
Cuando desperté a la mañana siguiente, él ya no estaba en su saco de dormir.
A mí también me hubiera golpeado fuerte ver en ese estado a mi papá. Me hubiera muerto si le pasaba algo a alguno de los dos. Porque, aunque yo podría ser un difícil y no mostrar afecto, mis padres eran mis padres y mi vida se la agradecía a ellos.
En el desayuno vi que los hombres que se fueron con el General Torrenia ya habían regresado. Seguro ya estaba en buenas manos.
—¿Podemos hablar? —preguntó Astor al acercarse. Solo su acto de presencia me pareció un hecho extraño y, por lo tanto, quedé sorprendido—. Acompáñame.
No espero que yo dijera alguna afirmación, solo comenzó a caminar para alejarse del grupo. Le di a Sarah mi plato a medio acabar para ir atrás de él.
—Tengo una pregunta importante que hacerte y vital para la misión. —Se dio media vuelta para encararme. Tenía sus manos entrelazadas en la espalda y se miraba sereno y confiable—. Te pido que seas sincero.
—Sí, claro —dije—. ¿En qué puedo ayudar?
—Quiero hacerte unas preguntas con respecto a Arcadio.
Me tomó de sorpresa que casi se me salen los ojos. Me puse nervioso de inmediato. Las manos me sudaban y creo que las axilas también. ¿Cómo era posible que él supiera? ¿Quién se lo había dicho? ¿Qué debía responder?
—No tengo ninguna información sobre él.
—Arin —dijo, presionando un poco más—. Sé lo que tenías con él. Así que te pido que me contestes. Estoy buscando un indicio que nos ayude a dar con su paradero.
—Le estoy diciendo la verdad. La última vez que hablé con él fue la tarde de la protesta. Y después supe que desapareció. —Tuve que agachar la mirada. Qué vergüenza que se hubiera enterado de eso—. No supe nada de él.
—¿No tuvo un comportamiento raro?
—¿Fuera de lo normal? —Astor asintió—. No. Estaba igual que siempre. Además, nunca que hablaba de las cosas que hacía fuera de La Academia.
No le iba a confesar que lo había escuchado a él en su despacho. De pronto, me llegaron a la mente esas intenciones que tenía Astor con esa expedición. Se me revolvió el estómago. Solo se trataba de venganza, no de buscar a Arcadio. Y él estaba ahí tan sonriente y calmado.
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Corazones de Cristal Ⓓ
FantasyEn el bosque prohibido, descubrir a un chico peligroso puede llevarte a un destino inesperado: enamorarte de él. 🍃🍃🍃 𝑪𝒐𝒓𝒂𝒛𝒐𝒏𝒆𝒔 𝒅𝒆 𝒄𝒓𝒊𝒔𝒕𝒂𝒍 En el Reino Ters, el bosque es t...