Cap. 12: Ashley

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Llevaba media hora esperando a que las chicas salieran de casa de Oli y la espera era contraproducente del todo, no dejaba de darle vueltas a algo que me hacía ahogarme de ansiedad solo de pensarlo. Iba a cumplir diecisiete en unos meses y no estaba preparada para lo que me imaginaba que me pasaba. No había sido capaz de comentarle nada a Jacob tampoco porque, sinceramente, no sabía cómo se lo tomaría ni sabía cómo sacar el tema, pero tampoco quería pasar por la incertidumbre yo sola.

Hacía unas semanas que no me venía el periodo y no había tenido la valentía todavía de hacerme una prueba de embarazo. Mi mente se negaba a admitir que me estuviera pasando algo así, porque, además, habíamos sido cuidadosos siempre y nunca habíamos hecho nada sin protección, pero por lo visto eso que dicen sobre que los preservativos pueden fallar en un dos por ciento, en nuestro caso había dado en el clavo. Aun así, debía poner solución cuanto antes a mis dudas porque las chicas habían empezado a hacer preguntas incómodas debido a mis nauseas y malestar continuo y ya no sabía como echar balones fuera. Sé que tenía que afrontar lo que fuera, pero necesitaba un poco de tiempo o más bien, necesitaba un poco más de valentía.

Las chicas seguían sin salir y ya me estaba poniendo nerviosa, no sólo por eso, el tío ese que estaba al otro lado de la calzada tenía una pinta súper rara y de lo más espeluznante. No era del pueblo, aquí todos nos conocíamos, seguramente era algún indigente de paso que andaba desorientado, pero no pude evitar un escalofrío por la columna vertebral cuando lo vi mirando hacia mí fijamente. Lo mejor era que lo ignorara por completo no se le fueran a cruzar los cables, y eso, era ya lo último que me faltaba.

Por fin salieron Olive, Ava y Maya y se montaron en mi coche. Estaban exultantes, se notaba que la emoción por el baile de fin de curso las embargaba, a Olive porque sin duda era su primer baile con Matt (¡quién hubiera imaginado al loco de Matt enamorado hasta las trancas!) y Maya porque se llevaba algo entre manos con un chico de su clase llamado Eric. Para mí también era una ocasión especial, pero entre los entrenamientos, los nervios y que la relación con Jacob había pasado ya esos momentos iniciales de euforia adolescente, no acababa de encontrar la ilusión que debería de generarme un acontecimiento como el baile de fin de curso.

- ¡Hola guapa! ¿Te hemos hecho esperar mucho? – Oli me ponía cara de perrito pachón para que no les dijera de todo.

- Las he visto más rápidas, nenas, ¿se puede saber qué hacíais?

- Pues es que Oli ha llegado a la segunda base con Matt... - Ava siempre tan bocazas.

- ¿¿Qué?? ¿Y no podías esperar a que estuviéramos todas para contarlo Oli? – estaba un poco indignada en el fondo porque no hubieran esperado para contármelo a mí también.

- Joer Ava, es que eres una bocazas... Ash no pasó nada del otro mundo, simplemente nos tocamos un poco, ya sabes, tanteando el terreno, pero nada más. Además, me lo han sonsacado ellas cuando me han preguntado dónde estuve ayer por la tarde y les he dicho que en la casa del lago de Matt.

- ¿Estuvisteis solos en su casa del lago y no pasó nada? – Ese chico realmente estaba enamorado hasta las trancas de Olive.

- Ya te lo dije, Matt respeta mis tiempos y yo... Ash, no me siento preparada aún para dar ese paso.

- Ya sabemos que eso en ti puede cambiar de un día para otro, ayer cuando hablamos por teléfono no estabas preparada para nada.

No pude evitar carcajearme, pero es que Oli tenía que dejar a un lado todos esos miedos e inseguridades que la atormentaban y empezar a hacer lo que realmente le apeteciera, y yo creo, que le apetecía acostarse con Matt, y mucho, pero no iba a admitirlo tan fácilmente.

¿Sabes que las mariposas no pueden ver sus alas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora