<25 de marzo del 2019>***
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Mientras Vanya conocía a un estudiante de violín, aparentemente amable y quien parecía interesarse en ella, dos asesinos llamados Hazel y Cha-Cha pretendían encontrar a Número Cinco, quién vigilaba al doctor de la óptica en busca de cualquier movimiento sospechoso, vinculado al ojo prostético que encontró en el apocalipsis.Por otro lado, tras la misión en la que se habían sumergido Cinco, Klaus y Jayden, estos dos últimos volvieron a la mansión. Para Jayden, fue excitante la emoción y la adrenalina de hace un rato, pero ahora todo estaba en calma de nuevo y Ocho volvía a sentirse vacía. Nunca pudo saciar esa parte de sí que ansiaba sentir algo. Ahora, el fin del mundo estaba a la vuelta de la esquina y sentía que no había hecho nada con su vida, que no había logrado sentir algo a profundidad ¿Si quiera se había enamorado? Bueno, tal vez sí, de su ex novia llamada Camile, pero ella la había engañado vilmente, lo que rompió su ilusión de amor con atrocidad, pero... ¿Más allá de la ideación del amor romántico? ¿Había trabajado de algo que la apasionara? Limpiadora, mesera, prostituta, cajera, animadora infantil. Debía admitir que su último trabajo le gustaba bastante, los niños eran divertidos y poseían una inocencia que ella ya no tenía, por desgracia, no duró mucho. Algo decepcionada tras la reflexión de su propia vida, Jayden salió de su antigua habitación encontrándose con Número Dos, ella sonrió por inercia y él hizo lo mismo, pero rápidamente su sonrisa se desvaneció.
—¡¿Qué te pasó?! ¡¿Quién te lastimó?!—preguntó preocupado corriendo hacia ella. Estando cerca, tomó su rostro entre sus manos para evaluar sus heridas. La rubia miró a un costado restándole importancia.
—Está bien, no es nada— se excusó.
—¡Tienes una herida en tu cabeza, puede ser grave! ¡¿Quién te hizo esto?!—cuestionó viendola con ojos desorbitados. Jayden sabía que la verdadera respuesta no le gustaría, y que comenzaría a idear locas teorías, pero no podía culparlo, ella se había ganado la fama de hacer cosas arriesgadas para sentir algo.
—Fui yo ¿Contento?—confesó.
—¡Jayden!—la retó. —¿Por qué carajos hiciste eso?— cuestionó increíblemente molesto.
—¿Volviste a lastimarte?—preguntó con temor de oír la respuesta. A Jayden le dolió ver tanta preocupación en sus ojos.
—Fue para ayudar a Cinco, cálmate, no he hecho nada raro—lo tranquilizó queriendo escapar de esa conversación. Diego dudó un par de segundos y se atrevió a levantar sus mangas bruscamente sin darle tiempo a reaccionar, para su tranquilidad, estaban limpias. No habían rastros de ningún tipo de herida auto-infligida, debía cerciorarse ahora, pues en la mañana ya no habría evidencia real si la chica había decidido agredirse. Jayden frunció el ceño indignada por su desconfianza y se zafó de su fuerte agarre.
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T1 Loving any of us is a death sentence, isn't It?
FanfictionPudieron haber sido el mejor equipo que el mundo hubiera visto jamás, pero los superhéroes en la vida real son más disfuncionales de lo que uno esperaría... Tras la muerte de su padre adoptivo, se reúnen y terminan teniendo un objetivo común: salvar...