Cap 9-''Número Ocho''

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<26 de marzo del 2019> 

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En algún motel barato...

Jayden despertó algo atontada, al querer moverse, notó que estaba atada una silla. En poco tiempo, se acostumbró a la poca luz del lugar e instintivamente miró su hombro, éste estaba vendado en la zona del impacto, quién sea que la tenía retenida, no tenía intenciones de que muriera, al menos no ahora. 

—La bella durmiente por fin despertó—habló la mujer de traje, quién le había disparado. Estaba sin la máscara, era de piel negra, tenía el pelo marrón lacio y corto, con un cerquillo que cubría su frente.

 —Gracias por lo de bella, lamento no poder decir lo mismo de ti—respondió provocadora.

-¡Cierra la boca! -la mujer le dio una cachetada, pero la sonrisa de la rubia no desapareció. 

-Dime, ¿Dónde está Número Cinco? -exigió amenazante. —Pues no lo veo por aquí—Ocho miró a los lados fingiendo buscarlo.

-¿Te crees muy graciosa?—el hombre al que había atacado antes de desmayarse, intervino en la discusión. 

-Bueno... siempre me han dicho que...- otro puñetazo cortó su frase. La chica movió su rostro con una mueca de molestia, escupiendo la sangre que se acumuló en su boca. Ocho sacó la lengua asqueada, pues el sabor a hierro no abandonaba sus papilas gustativas.

-Chicos, no quiero arruinar su momento de grandes torturadores...-comenzó a hablar tras enderezarse. -Pero secuestraron a la persona menos conveniente...-murmuró entre dientes. Que irónica podía tornarse la vida a veces, habían secuestrado a la única persona de la casa que era incapaz de sentir dolor, para torturarla.

 -¡Cállate!-le gritaron con otro puñetazo en su pómulo.

-¡Bien! ¡Por si no lo han notado, no siento ni cosquillas con sus estúpidos golpes!-gritó Jayden exasperada. Los secuestradores se miraron entre ellos dudosos.

—Tal vez no lo estás haciéndo bien—murmuró Hazel. Cha-Cha lo miró indignada. —¿Crees que no la golpeé fuerte imbécil?—preguntó irritada.

—Ejem, cariño— Jayden carraspeó su garganta para llamar la atención de sus secuestradores, quienes la miraron expectantes.

—No te sientas mal, no eres tu, soy yo. Créeme—explicó sonriente, los lunáticos la miraron alzando una ceja.

—Podrían atropellarme con un camión si quisieran y aun así no sentiría nada—declaró con coraje.

-¿Crees que ésta idiota dice la verdad?-susurró Hazel. Cha-cha no respondió. -Entonces no te molestará que intentemos de otra forma ¿No mueñeca?-preguntó con una sonrisa cínica. Ocho puso los ojos en blanco, sí que eran testarudos.

T1 Loving any of us is a death sentence, isn't It?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora