Pudieron haber sido el mejor equipo que el mundo hubiera visto jamás, pero los superhéroes en la vida real son más disfuncionales de lo que uno esperaría...
Tras la muerte de su padre adoptivo, se reúnen y terminan teniendo un objetivo común: salvar...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
***
Jayden rebuscaba en el baño el botiquín de primeros auxilios, cuando alguien la interrumpió.
—Joven Jayden, ha sido muy irrespetuosa su actitud en el funeral-
—Tu dijiste tu verdad y yo la mía—dijo sin girarse a verlo.
—No es un comportamiento adecuado—continúo el chimpancé. Ocho mordió el interior de su mejilla con molestia, le estaba hablando como si ella tuviera 12 años.
—¡Ya basta Pogo! No somos niños y nunca lo fuimos gracias a él, así que deja de tratarnos como unos-se acercó al peludo animal parlante, bastante molesta.
-Su padre hizo lo que creyó mejor para ustedes- comentó con calma.
-Encerrar a Klaus en mausoleos, obligar a Ben a usar sus poderes. Hacer que torturara a mis propios hermanos con mis habilidades. Dime, Pogo ¿Eso era lo mejor?-preguntó exasperada. El mono se quedó callado.
-Porque sí estás de acuerdo con eso, eres peor de lo que pensaba-susurró viéndolo a la cara.
-Reginalds no siempre actuaba correctamente- comentó aferrándose a su bastón. Missfortune no podía creerlo, con todo lo que había hecho ¿Él seguía defendiéndolo?
-Ni siquiera le dio una habitación propia a mamá, la mansión es gigante. ¡Ni siquiera lo consideró después de que ya no quedaba nadie en casa!-gritó con molestia. La mirada triste de quién formó parte de su infancia y adolescencia, le llegó. Después de todo, ¿Podía culparlo? Pogo era una creación de Reginalds, al igual que ella y sus hermanos. Sabía que él le sería eternamente fiel, pues le debía prácticamente el acto de ser un igual a cualquier humano, pero eso no lo hacía mejor. Jayden no podía empatizar con él, aunque lo intentaba, aunque Pogo no fue cruel con ellos, nunca detuvo a su padre de hacer lo que hacía. Y para ella, a veces era peor quien presenciaba algo con lo que no estaba de acuerdo y decidía conscientemente no hacer nada, que quién creyendo hacer el bien cometía actos atroces.
-Escucha, se que él te dio...bueno, todo, pero no fue un buen padre y lo sabes-dijo un poco más tranquila. -Así que si vienes por una disculpa, no tendrás suerte, no conmigo ¿Algo más?-determinó con seriedad, Pogo bajó la cabeza.
-Entiendo. De todos modos, Señorita Hargreeves, me alegra verla aquí después de tanto tiempo...-musitó a modo de disculpas. Ella mostró una débil sonrisa sin dientes, antes de abandonar el lugar.
