Cap 8- ''Hazel y Cha-cha''

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<25 de marzo del 2019>

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-Lamento todo lo que dije la navidad pasada...-confesó Número Dos apenado mirando el techo.

-Está bien Diego, estabas pasando por mucho-lo ignoró ella cerrando sus ojos.

-Sí, pero eso no justifica el haberte dicho esas cosas-insistió él.

-Dejaste las peleas, eso es lo que importa-murmuró inclinándose hacía atrás, recostándose en el pecho del latino, quién se tensó y se quedó petrificado ante esa repentina cercanía.

-Borrón y cuenta nueva ¿Recuerdas?-alzó su cabeza intentando ver al moreno que estaba a sus espaldas.

-Borrón y cuenta nueva-repitió él con serenidad, completamente inquieto.

-¿Cómo pudiste seguir pagando la renta?-interrogó ella con cierta curiosidad.

-El viejo Sally me deja vivir debajo de su gimnasio, en la sala de calderas, si limpio los pisos-declaró jugando con el agua.

-¿Y tú?-interrogó interesado mientras enjuagaba su cabello con una pequeña jarra que se encontraba a un lado de la bañera. Diego comenzó a sentirse a gusto, a pesar de haber atravesado un límite que años antes se habría creído incapaz de cruzar. Cuándo finalizó, Ocho volvió a darse vuelta quedando de frente nuevamente.

-Me despidieron también- comentó sin darle importancia. -Tuve dos trabajos diferentes en tres meses, pero ¿Adivina qué? ¡No importa, porque vamos a morir en 7 días!- finalizó salpicándole agua en el rostro y soltando una risa, él se limpió la cara y la imitó. Tras todo el ajetreo de su pequeña guerra de agua, ésta vez Jayden se enderezó y su torso quedó fuera del agua. Cuando las risas se detuvieron, el silencio reinó. Diego la observó, no de una forma lujuriosa, sino con admiración, no sé detuvo en cada detalle y volvió a verla a los ojos. Ella no se sentía cohibida, la desnudez nunca fue un problema para ella, incluso pareció regocigarse con la mirada de latino.

—Disfrute este momento contigo— confesó sonriente. Número Dos mostró un gesto risueño. 

—También yo, rubia—respondió. Ella sonrió aliviada de que el chico haya superado la vergüenza del principio y poco a poco se puso de pie. Diego se sorprendió y visualizó la completa desnudez de la rubia, su cuerpo delgado, pero esbelto lo sorprendió. Las gotas resbalaban por sus leves curvas, Número Dos tragó en seco.

Diego supo que su propio cuerpo podía traicionarlo, por lo que rápidamente desvió la mirada, no quería arruinar el momento íntimo que habían compartido por sus estúpidas hormonas. Jayden sonrió de forma ladina al notar su sonrojo.

—No actúes como si nunca antes hubieras visto a una mujer des...—su frase no llegó a concretarse por los sonidos que más pronto que tarde, reconocieron como disparos. El dúo se miró alarmado, las imparables detonaciones se oían cada vez más cerca, Diego salió rápidamente de la tina con dificultad por el repentino cambio de ambiente. -¡Destapa la bañera!-ordenó la chica, Diego obedeció sin saber muy bien para que.

T1 Loving any of us is a death sentence, isn't It?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora