SAGA CIELO II: Estrellas de media noche (No esta editado)

Capitulo 1: Como empezó todo.

 Treinta minutos fue lo que tomo para rechazar lo más importante para un lobo, su pareja, quince minutos, en darme cuenta que estaba solo, cinco minutos en darme cuenta de que estaba perdido sin ella, muchos se preguntaran como llegue a estar en la cima del mundo con mi pareja, a estar en un avión con rumbo a otro lugar, un nuevo comienzo, un nuevo destino pero primero tienen que saber cómo paso todo esto, que me llevo a este momento.

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Cuando mi padre dijo que nos muraríamos me quede de piedra cómo es posible estoy en 2do año de preparatoria no podemos mudarnos así por así, así que le pedí una explicación a mi padre- tienes que darme una muy buena razón para esto.

-Hijo sabes que tienes sangre alfa por tu madre, yo soy un beta y o puedo entrenarte como tienes que ser entrenado, solo soy el alfa porque el antiguo murió y no dejo heredero del puesto y como tu naciste con la sangre alfa de tú madre eres el siguiente, por eso hable con uno de mis mejores amigos, es el alfa de Santiago y él puede entrenarte con su hijo que será el futuro alfa

-¿y como es? Sabes que nunca me intereso ir a conocer esa ciudad.

-Es hermosa y además él tiene cuatro hijos e  hija, los varones son casi de tu edad así que te llevaras de maravilla con ellos y además estudiaras con ellos.

-Cuando mi padre me explico me di cuenta de que tiene buenos motivos para que nos mudemos, solo espero que sea un lugar agradable.

-Cielo se que tienes planes y querías quedarte pero míralo así, es una nueva aventura y quién sabe, tal vez encuentres a tu pareja.

-Mamá,  es hora de que entiendas, ¡no quiero encontrar a mi pareja!, he visto lo que eso ocasiona entre mis amigos, no gracias.

-Bueno, pero mejor ve a empacar que saldremos mañana a la mañana para Santiago y no quiero que lleguemos tarde, ya que el alfa Marcus nos recibirá.

-Ok ma,  terminare de empacar- subí a mi recamara, empaque y le dije a mis padres que me despediría de mis amigos, fuimos a la playa y hicimos una fogata, me despedí de mis amigos y ellos prometieron visitarme, me fui a mi casa y me recosté luego mi madre entro en la recamara para ver si todo estaba listo, ¿como la vida de un adolecente puede caber en tan pocas cajas?, No lo sé pero la mía parecía como una extraño episodio de caricaturas donde tu recamara estaba arreglada en un momento y luego solo estaba la cama y nada más.

No sé en qué momento me dormí pero cuando me di cuenta me madre estaba levantándome porque los de la mudanza ya estaban aquí y teníamos que irnos, mire por última vez mi cuarto y dije un adiós a la recamara que me dio increíbles recuerdos, subí al SUV de mi padre, él se tomo su tiempo para darnos nuestro tiempo para despedirnos, el viaje no fue muy largo de 3 horas claro a la velocidad de mi padre es decir que a una persona normal le tomaría 4 horas y media, llegamos a una casa hermosa no lo niego, se ve que es un vecindario licántropo, en la entrada de la casa nos esperaba un hombre con dos chicos como de mi edad y, me imagine que era el alfa y para no salir de dudas sentí el aura de alfa que emanaba de él, salimos del SUV y mi padre lo saludo.

-Alfa Marcus ¿como está?

-Bien, Carlos ¿y tú?

-Muy bien, déjeme presentarle a mi esposa y mi hijo, ella es Martha Lucia Zepeda y el es Eduardo Daniel Zepeda.

-Mucho gusto mi nombre es Marcus Augusto Ananda y estos son dos de mis hijos, Cesar Joel Ananda y Kelvin Sebastián Ananda.

-Mucho gusto.

-No te preocupes yo te guiare en todo lo que necesites.-me dujo Cesar con una cara de me inspiro confianza.

-Créeme no  es tan malo además entraras en el colegio el lunes y es mejor de lo que crees- me comento Kelvin con cara de chico malo y solo supe que el era el problemático.