A Contratiempo Del Corazón (Jungkook y Tú)

Capítulo 20: Novios

Antes de iniciar su lectura les recomiendo descargar dos canciones que añadí: 

Serenata Huasteca —cover de Omar Chaparro

Fantasmas — Humbe

Narra Tn

Al día siguiente llegué a la universidad emocionada, estaba feliz, me encontré a Lisa a mitad del camino y llegamos juntas mientras hablábamos un poco.

Lisa: ¿Qué tal te fue en la fiesta a la que te invitó?

Tn: horrible. Fue un asco entrar a ese ambiente.

Lisa: ves lo que te dije, Jungkook no es para tí. —reí un poco, Lisa amaba y esperaba que salga con Taehyung. Por lo cual hablaba mal de Jungkook.

Tn: no, me invitó Taehyung.

Lisa: emm... que malos amigos tiene.

Tn: sí, pero no lo sé, me comienza a gustar un poco.

Lisa: ¡Al finn! ¡Eso amiga! ¡Soy fan de su relación!

Tn: sospechoso...

Lisa: es broma, pero tu sabes que te apoyo.

Tn: sí, también conocí a su madre. Mujer elegante, sofisticada, fue un gusto conocerla aunque casi no hablamos.

Lisa: ¿cómo pasó de ir a una mala fiesta a conocer a su madre?

Tn: bebió y al día siguiente lo llevé a su casa.

Lisa: eso significa que durmió en tu casa. ¡ahhh! Que bonito. Voy a ser tía.

Tn: había tomado, él apenas estaba consciente.

Lisa: ¿lo hicieron y no lo recuerda? —cambió de estar feliz a estar enojada.

Tn: noo, no pasó nada. —reí por su reacción.

Lisa: algún día pasará y quiero ser la madrina.

Tn: en tus sueños, no sé si quisiera tener hijos. Tengo otros proyectos en mente.

Lisa: te entiendo, agradezco tener a Jimin es mi apoyo, lo amo.

Tn: creo que primero seré tía antes que madre. —reímos— yo si quiero ser la madrina.

Lisa: concedido.

Tn: bien... llegamos

Lisa: sí Tn, yo también estoy viendo la Universidad —reímos juntas y ambas bajamos del auto.

Al instante observó a Jimin y corrió a sus brazos. Era tierno verlos juntos, hoy me tocaba Física II, Estadística y Economía Avanzada.

Tn: rayos! Olvidé hacer la tarea de Física.

Lisa: yo la tengo. —sacó de su mochila y me entregó su cuaderno— luego te alcanzo.

Tn: gracias —me retiré corriendo.

Al llegar a aula apresurada abrí la puerta, logrando que se golpeara fuertemente.

Yo nunca olvidaba la tarea.

Con mucho cuidado cerré la puerta y noté su presencia. Era el único presente. Se conectaron nuestras miradas y mi corazón seguía latiendo rápido, no sabia si era por correr o porque me estaba mirando.

Rápido bajó la mirada y yo me senté en un banco lejos de él.

Estaba algo nerviosa, pero rápido comencé a copiar todos los ejercicios de tarea, la mano me temblaba y ambas palmas comenzaron a sudar.