Capítulo 22

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Yoongi llegó hasta donde su hermano y lo tomo en sus brazos, gente a su servicio desató sus pies y rompió las esposas de sus manos. Tomo su cara delicadamente, Jungkook aún lloraba, estaba de rodillas con la mirada perdida.

—Era hermoso Yoongi, era un Jeon, tenía el cabello tan negro como el tuyo y grandes ojos como los míos, era precioso.

Yoongi continuaba frente de su hermano, las palabras más duras que había escuchado bajaban por su garganta como fuego, quería gritar, quería hacer trizas al viejo traidor.

—Esto no se quedará así, mataré a toda su familia, a cada hijo y nieto, los mataré.

—Yoongi, mátame. Dijo Jungkook.

Yoongi lo miro de frente, sus ojos estaban perdidos, esos grandes ojos negros eran un abismo.

—Nam fue por ellos, debemos esperar, no sabes nada, no hay seguridad de que ellos están muertos. Yoongi temblaba, quería creer sus palabras. Escucho la llamada de Jin, Jin gritaba que todos habían muerto, que no había nadie que los defendiera, que estaban ocultos en un baño, era un hombre embarazado, uno recién parido y su sol, Tae podría haber peleado con garras y dientes, pero nada aseguraba que Nam llegará a tiempo. En su corazón, había una posibilidad.

—Si Jimin y mi hijo mueren, prométeme que me matarás. Yoongi no contesto, abrazo a su hermano y grito lo más fuerte que pudo. Habían ganado la batalla perdiendo todo.

.

Jimin abrió los ojos cuando los llantos de su hijo lo hicieron despertar de golpe. Hoseok tenía en brazos al pequeño intentando darle un pequeño biberón con leche. Jimin sentía que le dolía el pecho y que de el escurrían pequeñas gotas.

Hoseok se acercó a él y le peso con cuidado al bebé, inmediatamente que lo coloco cerca suyo el pequeño dejo de llorar al encontrarse con el pecho de su padre.

—Jin está en el hospital ayer tenía demasiado dolor, afortunadamente no hay nada mal con el pequeño, comento Hoseok, y tú quedaste inconsciente después de que llegamos, al parecer te desangraste demasiado, el doctor te revisó y te sedaron, para que pudieras descansar.

—Tae está muerto, dijo Jimin viendo a su hijo comer, el llanto no tardó en llegar. Los recuerdos de su amigo desangrándose llegaron como una ola rompiendo en la orilla de la playa, la sensación de poder morir recorrió su cuerpo, podía recordar en camara lenta como protegió por instinto a su pequeño, y como su hermano y Tae habían puesto su vida en peligro para protegerlos.

Hoseok tomo asiento a su lado y tomo su mano con delicadeza, —Nos trajeron a la mansión, pero Nam llevó a Jin al hospital y al llegar se percató que Tae aún tenía pulso. Aún está vivo, dependerá mucho de la fuerza de voluntad de nuestro amigo, aún está grave y en riesgo, está en coma en terapia intensiva, hay posibilidad de que sobreviva.

Jimin levanto su rostro viendo a Hoseok, ambos tenían lágrimas en el rostro. Jimin empezó a llorar fuerte, recordó a Jungkook y le tembló el labio al querer pronunciar su nombre, antes de que hablara su amigo lo interrumpió.

—Hay alguien que muere por verte, le diré que pase.

Hoseok salió de la habitación y Jimin quedó en la cama con el corazón latiendo a mil por hora.

Alguien entro rápidamente, llegó hasta su lado y lo tomo con delicadeza del rostro para besar sus labios, Jimin lloro más fuerte mientras se entregaba a un profundo beso.

—Pense lo peor, dijo Jimin sobre su boca, pensé que te había perdido.

—Yo pensé lo mismo, me dijeron que si me iba con ellos ustedes estarían a salvo, fui estúpido, cuando subí al helicóptero escuché la orden de ejecución, mi corazón se detuvo, cuando volví en si, lo único que quería era ir con ustedes, morir de una vez, tal vez en la muerte podríamos tener la tranquilidad que tanto deseábamos.

Love MafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora