[♫] M83 - Midnight City
Durante todo el rato había abandonado la idea del pegar el ojo y lo único que hice desde que descubrí mi estúpido descuido fue sentarme en el borde de la ventana y ver cada cinco minutos hacia la cafetería por si alguna fan llegaba a querer rebasar sus límites con el establecimiento de Ale.
Aunque si lo tuviera de frente no tendría cara para verlo a los ojos, pero el universo siempre hacia todo lo contrario a lo que yo quería y la manera de comprobarlo fue cuando me llego una notificación a mi celular que al principio ignore suponiendo que era otra fan, pero por fortuna después me arrepentí y termine por mirarla llevándome una mezcla de sentimientos entre culpa y alegría, pues por un lado temía por lo que llegara a pasar por mi culpa pero por el otro; el tener un mensaje suyo daba a entender que no estaba molesto o que por lo menos aun pretendía seguirme hablando. Eso alentaba mis esperanzas con demasiada euforia.
Llevaba tiempo de no haberme emocionado tanto por un mensaje desde que recibí mi aceptación a esta disquera.
(...)
Las cosas fueron livianas y llevaron de una a otra cosa hasta que ya me encontraba en una situación bastante inusual de mi parte; llevarlo en mi moto, pero eso poco me preocupaba, es más, eso me emocionaba en exceso. La cuestión era que estaba en pijama y le había dicho que en cinco minutos lo vería.
De pronto ya tenía un ataque de pánico sobre mi porque no lograba encontrar una buena muda de ropa.
A como sea agarre lo primero que vi <<la verdad, no.>> y sin esperar fui directo al baño para lavarme la cara y peinarme el cabello. Quería que todo quedara perfecto, pero lo más desconcertarte era que no sabía porque me importaba tanto lo que llegara a pensar el chico de la cafetería de mí.
(...)
Alex fue el primero en llegar y lo note porque desde el otro lado de la calle resaltaba su delgada figura. Y aunque estuviera ansioso por ya llevarlo, no dejaba de tener vergüenza y culpa, por esa razón me coloqué el casco desde que salí por la ventana y no me lo pensaba quitar. A lo mucho me levantaría el cristal de los ojos y ya, no más.
(...)
—¿Enserio? ¿Por qué no? No es una mala idea, además, necesito despejar mi mente de...— Me calle. Después de disculparme me estaba dejando llevar demasiado que casi termine diciéndole la verdad sobre los problemas que siempre había tenido con Ciro. —... unos asuntos del trabajo. Como sea, me alegro de que lo pidieras. —Ya que me habían arrebatado mi secreto, tenía que demostrarle de otra forma que aún me seguía importando convivir con él, además de estar en deuda con él por todos los inconvenientes que vienen tras mi nombre.
Desgraciadamente era demasiado tímido como para mantener a raya mi nerviosismo cuando él hacía o decía algo que me hiciera estremecer de pies a cabeza.
Por mi parte solo podía sacarme de esas situaciones haciendo cosas abruptas como darle el casco de jalón para que terminara con sus halagos. Pero no hay que confundir, lo hacía porque de no hacerlo podría terminar con un infarto al corazón.
ESTÁS LEYENDO
El chico de la cafetería
Romance[Historia BL] ÉL es el dueño de su cafetería; alguien servicial, muy extrovertido y coqueto, pero ¿Por qué todos se sorprenden cuando confesaba no haber tenido ni un solo novio a los 23? ¿Ser virgen es un pecado? ¿Ya paso de moda? No, nada de esas c...