LO QUE NO LLEGAMOS A SER

Jessica

Era el penúltimo día que me quedaba en casa de mis padres, durante la semana mi madre me había ignorado por completo había veces que no me preparaba de comer y tenía que apañarmelas yo. Estaba deseando irme a mi casa pero me gustaba pasar tiempo con Elia y con mi padre.

- Papá creo que me iré mañana -Murmuré.

- Vale hija, lo que tu quieras.

Días antes había visto a mi hermana Nina, estaba muy guapa y de buen humor, le comenté sobre como iba la relación con mamá pero no se interesó en saber nada de ella. Me gustaba pasar rato con mi hermana pero no podía ya que no vivo en España. Ya me había despedido de Elia y de Nina.Era tarde así que decidí irme a dormir y mañana por la mañana irme a Grecia. 

Estaba en el avión, mi padre quiso llevarme al aeropuerto en coche y ahí me despedí de él. Ya estaba llegando a Grecia. Al llegar a mi casa me estiré en el sofá no sé cuanto tiempo estuve, miré el móvil, tenía un mensaje, mi ex novio.

Roy, por qué narices me escribia este idiota?

Roy era mi novio, durante un tiempo fue lo mejor que tuve pero comenzó con las droga y el alcohol, cuando no estaba drogado era totalmente distinto pero llegaba la noche, se iba de casa y volvia drogado y borracho, me insultaba, me intentaba pegar y aún así yo no acababa con la relación. Pedí ayuda a mi familia pero mi madre no me ayudó en nada, me decía que era mi culpa  y que me lo merecía, por desgracia mi hermano pequeño le daba la razón y mi hermana se había ido de casa así que solo tenía el apoyo de mi padre.

Intenté ignorar el mensaje, no había comido nada desde que había llegado así que me hice algo de comer rapidamente, cuando dejé a Roy empezó a decir que la culpa de romper la relación la tenía yo y ahí me di cuenta de que el que habla mierda, mierda lleva.

Me estaba llamando que pesado, le colgué y me escribió, decidí leer los mensajes y me decía que quería volver conmigo, ya había vivido esto tantas veces que no iba a caer como antes. 

No me amaba pero si me usaba.

Estaba enamorada pero yo era muy insegura y era un infierno. 

Y ahora estaba llorando, se me llenó la mente de recuerdos y los ojos de lágrimas...

Que ironía ponerse triste recordando momentos felices...