Desapareces

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Estábamos Ian y yo en el sofá y ya me estaba entrando sueño pero no me quería ir a dormir porque mirarlo era mucho mejor. Se giró y me miró, aguantó la mirada.

- ¿Esto de que me mires a mí en vez de la tele como va? -Me sonrió.

- Me gusta mirarte, tienes una cara muy bonita -Murmuré.

Me dio un beso dulce en la nariz, y luego en la frente.

- Cual es tu mote favorito -Me preguntó.

- Hmmm cualquiera que salga de ti me gusta -Murmuré.

Él sonrió de lado, yo sonreí.

- Y a ti, ¿como te gustaría llamarme? -Le pregunté.

- Mi mujer -Murmuró.

Me puse como un tomate y hundí la cabeza en su hombro, me daba vergüenza y parecía una niña pequeña. Él se rió y sin mirarlo pude ver su sonrisa.

Ian me gustaba, mucho, no necesitaba a nadie más, con él tengo todo.

- Tu mi hombre -Murmuré.

- Así me gusta más -Se rió.

Me acurruqué más a él, cerré los ojos y me dormí.

Miré mi móvil, eran la una de la tarde de un nuevo día y Ian no estaba conmigo, llevaba la misma ropa que ayer, me levanté y fui a buscar a Ian, no estaba en su habitación, ni en el baño, no estaba en. Miré el móvil pero no me había dejado ningún mensaje en el móvil, lo llamé pero no me lo cogió, tenía el número de Nelly así que la llamé.

- ¡Jessi! -Exclamó- ¿Pasa algo?

- Ian no está en casa, quizás está comprando, -Murmuré- no lo sé, tú sabes donde podría estar?

Oí como le preguntaba a Elyan.

- No tenemos ni idea, quizás está fuera comprando o algo, no te puedo decir más... -Murmuró -Lo siento, me avisas si pasa algo más.

Me despedí de ella y estuve esperando a que Ian llegara, me hice algo de comer ya que eran las dos y él no llegaba, pasaron las horas y Ian no llegaba, le había mandado varios mensajes y le había llamado más de diez veces, se estaba haciendo tarde y no llegaba. Yo ya no sabía que hacer, intenté distraerme un poco para hacer algo más de tiempo pero no podía, estaba preocupada y quería saber donde estaba.

- ¿Elia? -Llamé a Elia para ver si pasaba el tiempo más rápido.

- ¿Que pasa Jessi? -Preguntó preocupada.

- Ian lleva todo el día fuera, no está en casa, no sé donde está, llevo esperándolo desde la mañana y no llega. 




LO QUE NO LLEGAMOS A SERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora