Futuros planes juntos

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Estabámos sentados en la mesa comiendo los huevos fritos con bacon que había hecho, la verdad es que estaban muy buenos.

- ¿Cuanto tiempo vas a estar en España? -Estaba deseando preguntarlo.

- Hasta que me canse de mi madre, así que de aquí a pocos días. -Me miró un poco triste.

- Si te cansas de tu madre tienes mi casa, no tendrías porque irte tan pronto -Le sugerí.

- Directamente podrías decirme que quieres que me quede -Se río.

- Pues sí, quiero que te quedes un tiempo más en mi casa Jess.

Me miró contenta, tenía los mofletes rojos y su pelo revuelto porque se acababa de levantar y así estaba igual de preciosa.

- No vamos a pensar en el futuro, por ahora me quedaré en la casa de mis padres que está al lado y si me canso vengo a tu casa -Se rió.

- Van a venir mi mejor amigo Elyan y su novia Nelly a comer, si quieres ir a cambiarte a la casa de tus padres y luego venir me parecería perfecto.

- ¿¡Pero que me pongo yo de ropa!?

- Por mi si quieres no te pongas -Me reí y ella se puso roja.

Me encanta cuando se pone roja.

Te encanta ella directamente.

- Pues voy a casa de mis padres y luego vuelvo -Dijo contenta.

La acompañé hasta la puerta y le di un beso en la mejilla, no quería precipitarme.

Querias darselo en la boca eh

Me tumbé un rato en el sofá y me comenzó a sonar el móvil, era Elyan.

- Dime tío -Le dije

- Ya estamo yendo para allí, en diez minutos estamos.

Y así fue, diez minutos después estaban en mi casa. 

- ¿Y la novia, donde te la has dejado? Espero que no sea la pesada de Lena otra vez eh -Dijo Nelly riendose.

- No es mi novia y se está cambiando en la casa de sus padres.

- Pero bien que quieres que lo sea eh.

Ya está la pesada de Nelly diciendo cosas

Pero si quieres que sea tu novia 

- Nos conocemos de hace un día, necesitamos tiempo.

- Bueno, no es el tiempo si no la conexión -Murmuró Elyan.

Y justo llamaron al timbre.

- ¿Quien és? -Pregunté.

- ¡Jessica, abreee! 

- ¿Traes comida? si no, no te dejo pasar eh

- Yo soy tu comida, me puedes devorar cuando quieras, venga, abre y callate.

Me reí y le abrí.

- Uy que sonrisilla más tonta -Dijo la pesada de Nelly.

Yo me limité a ignorarla.

LO QUE NO LLEGAMOS A SERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora