La colonia

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Me desperté en una bañera, con toda la cara empapada y el chico del bar, el que se pegó por defenderme estaba enfrente de mi, estaba sudando, estaba muy preocupado pero sobretodo estaba cansado, tenia los ojos cansados.

- ¿Por fin despiertas, estás bien? -Me miró más preocupado.

- Contestame por favor -Me suplicó.

Yo solo pude asentir con la cabeza.

- Vale, te voy a sacar de la bañera, no te muevas. 

Me levantó y me puso en su hombro, estaba flipando bastante, no me esperaba despertar y que pasara esto. Me llevó hasta su habitación y me sentó en su cama. Me sentía como un muñeco, podía moverme como él quería.

- Estás empapada, te voy a dejar algo de ropa, ¿te parece bien? -Me miró con los ojos brillantes y muy abiertos.

- Emm vale -Estaba muy desubicada, la cabeza me daba vueltas -Estoy mareada.

Logré decirlo, me costó bastante pero él se me quedó mirando.

- ¿Quieres agua? Espera aquí y te traigo agua.

Tardó un minuto y ya me había traido un vaso con agua.

- Muchas gracias -Logré decir.

- Toma, esto es de lo más pequeño que te puedo dar -Murmuró.

Me dió una camiseta ancha y unos pantalones cortos de algodón.

- Espera, te doy una toalla para que te seques. 

Logré escuchar como murmuraba que le dolía la cabeza. Me trajo una toalla y me ayudó a secarme.

- ¿Puedo saber como te llamas? - Me preguntó mirándome con los ojos abiertos y cristalinos- Yo me llamo Ian y tengo veintidos años.

- Me llamo Jessica - No podía hablar, me era muy complicado- y tengo veinte. Estoy muy mareada, me duele la cabeza.

- Ponte la ropa, intenta no tardar -Murmuró

Y cerró la habitación y se fue. Me puse como pude la ropa que me había dado, olía a su colonia, la verdad que olía súper bien. 

- Puedes entrar -Logré decir un poco más alto para que me escuchara bien.

- Te queda grande pero estás muy bonita Jessica.

¡¿Me acababa de decir bonita?!

- Gracias -Me puse como un tomate, no me decían cosas bonitas nunca -Ian estoy muy mareada.

Empecé a ver borroso y me costaba enfocar cada vez más.


LO QUE NO LLEGAMOS A SERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora