—¡Adiós Cami, te extrañare! —Nos abrazamos con cariño y cada una siguió en dirección opuesta.
Caminé buscando con la mirada a mi familia, sonreí cuando miré a mis padres parados frente a mí, ellos me miraron sonriendo y saludando con su mano. Corrí con mi maleta hacia ellos abrazándolos.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—¡Wow! ¡Si que has crecido! —Mi padre dijo riendo.
—Solo han pasado unos meses Edward. —Mamá rodó los ojos riendo.
—Para ti, para mi fueron más años de los que tengo. —Papá tomó mi maleta y los tres comenzamos a caminar.
—¿Quién era la niña con la que estabas? —Preguntó mi madre mientras salíamos de la estación 9 3/4 .
—Oh, es Hermione Granger, vive en Hampstead, es mi amiga, es muggle. —Les explique caminando hacia el auto.
—¿Muggle? ¿Es una grosería de magos o algo así? —Preguntó papá mientras me abría la puerta trasera del auto.
Reí negando con la cabeza. —Es una forma de decirle a las personas no magas, como ustedes o yo.
Mamá me miro por el espejo tragando saliva.—Oh... entonces somos una familia de muggles.—Sonrió.
—Pues ustedes están mal, nuestra familia está por encima de los magos, somos vampiros, somos más poderosos que cualquier mago. —Nos dijo mi padre mientras arrancaba el auto. Mamá y yo reímos.
—Pero yo no soy un vampiro... ¿Entonces que soy? ¿Por qué no nací siéndolo? —Ahora los dos me miraron por el espejo.
—Decidimos no convertirte hasta que lo decidieras por ti misma. Teníamos miedo de que nacieras ya siéndolo, pero había una pequeña posibilidad de que no sucediera, ya que mamá antes era humana y eso paso, naciste siendo una niña normal, con una familia anormal. —Explicó papá mientras conducía, mamá solo asintió.
