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30/SEP/24
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Las velas que flotaban en el aire, sobre las mesas, iluminaban a los plateados fantasmas que flotaban por el comedor, así como los rostros de los alumnos, que hablaban con entusiasmo intercambiando noticias del verano, saludando a gritos a los amigos de otras casas y examinándose los recientes cortes de pelo y las nuevas túnicas.
—No quiero que sepan que tenemos las mismas alucinaciones.
—No digas eso Harry.
—Es Luna, me harán burlas sobre eso y ya tengo suficiente con lo del anterior año. Además, todos cuchichean cuando paso a su lado.
Camille miró a sus costados, cualquier persona que viera pasar a Harry comenzaba a susurrar.
—Te entiendo Harry pero eso no debe ser una alucinacion solamente.
Ambos llegaron a la mesa de Gryffindor dónde Hermione, Ron y Neville ya estaban sentados
—¿Quién es ésa? —preguntó Hermione de pronto.
Camille miró hacia donde indicaba su amiga. Dumbledore estaba sentado en el centro en su silla de oro y hablaba con la mujer que estaba sentada a su lado.
Camille siguió observandolos, nunca había visto a esa mujer.
—¡Es Umbridge!
—¿Quién?
—¡Estaba en la vista! ¡Trabaja para Fudge!
—¿Para quién?—pregunto Camille.
—¡Trabaja para Fudge! —repitió Hermione frunciendo el entrecejo—. Entonces ¿qué demonios hace aquí?