Llevaba rato en la biblioteca. Me era difícil recordar toda la información de las 10 materias que llevaba este año. Mi cabeza dolía de solo estar reteniendo información, pero si la profesora Mcgonagall había confiado el giratiempo en mí, debía llenar sus expectativas.
Toqué el giratiempo, lo tenía colgado en mi cuello, pero junté las cejas cuando sentí otra cosa. La tomé bajando mi vista hacia mi cuello. Era el collar que mi tía Alice me dió hace unos años, sonreí al recordar eso, hasta el momento a nadie le ha dicho el por qué me lo obsequió, ni el por qué dijo que nunca me lo quitará. Sonreí, ya no recordaba tenerlo, lo deje ahí, pero el giratiempo era mas grande, así que lo ocultaba.
Miré el reloj colgado en la pared. Guardé mis cosas en mi mochila y salí en dirección al invernadero. Neville me había pedido ser su asistente por el día de hoy. Faltaban unos minutos pero estar con Neville no era como que me molestará.
Caminaba tranquilamente por los pasillos. Hasta saludé a Sr.Nicolás. Siempre me preguntaba por mi abuelo. Cuando logré huir de la conversación en la que mencionaba hacha, corte, mal entendido, y qué en realidad mencionaba cada que hablabamos, fue cuando Malfoy apareció frente a mí. Estaba solo parecía que iba a cualquier lado menos a clase.
Iba a pasar de largo pero el venía directo a mi dirección. Empecé a caminar más lento hasta que estuvimos frente a frente.
—¿Necesitas algo? —pregunté con desconfianza, últimamente lo sentía raro.
—Nada. Solo pasaba por aquí y aquí estabas. —alzó sus hombros con desinterés.
—Ah... Okey. —lo rodeé y seguí caminando hacía el invernadero.
—Pensándolo bien. Iba a ir a la torre de astronomía. ¿Quieres venir?
—Bueno, en realidad quedé de verme con... —no había terminado de explicar cuando Malfoy comenzó a caminar ignorandome.
Lo miré cansada pero aún así, lo seguí. Tenía curiosidad por él. Esperaba que nadie nos hubiera visto hablar, si Harry se enterará me matará.
Pero pensándolo bien... ha estado ignorandome, no tendría por qué molestarse conmigo. Yo debería estar molesta con él.
Seguí caminando siguiéndolo por detrás, ambos subimos las escaleras y nos detuvimos cuándo llegamos a la punta de la torre. Me acerqué al balcón, desde aquí se veía todo lo que rodeaba al castillo. El lago y los árboles. La cabaña de Hagrid se veía pequeña.
