Capítulo 22

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Al salir del bar, la brisa nocturna de la fresca primavera le hizo tomar un fuerte respiro

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Al salir del bar, la brisa nocturna de la fresca primavera le hizo tomar un fuerte respiro. Pero no era suficiente; todo él olía a Jimin, su ropa y su piel. Agitó la cabeza, intentando despejarse, y caminó ansioso hacia su auto, pero no entró de inmediato. Se recostó de espaldas al vehículo y cerró los ojos, en un intento de calmar esa voz en su cabeza que clamaba entre gritos y aullidos que regresara, que entrara a ese local y trajera a Jimin consigo.

Era absurdo sentirse así. El aire fresco acariciaba su rostro, pero no lograba apaciguar el fuego que sentía en su interior. La ciudad seguía viva a su alrededor, con el murmullo de la gente y el zumbido distante de los autos, pero todo lo que Yoongi podía percibir era el aroma de Jimin impregnando cada fibra de su ser.

¿Cómo es que en tan poco tiempo se había vuelto tan dependiente de alguien que solo quería burlarse de él?

Un nudo se formaba en su estómago y sus manos temblaban ligeramente. Ya no podía ignorar lo evidente, pero una cosa era ser consciente del efecto de Park Jimin en él; otra cosa era admitirlo en voz alta. Sus pensamientos se debatían entre el deseo de volver y el miedo a enfrentar la verdad.

—¿Qué pasó allí?

La voz de Hoseok lo sorprendió, pero no abrió los ojos.

—Nada.

—Los vi. Te gusta... Jimin-ah te gusta y no intentes negarlo.

—No es así, es más complicado que eso —dijo Yoongi abriendo los ojos. Se tomó el tiempo de inhalar de nuevo, pero el aroma de Jimin aún lo tenía embriagado.

—No lo es. No te voy a juzgar ni nada. Él es muy simpático...

—Me odia, Hobi... creo que es mejor así.

—¿Te gusta?

Yoongi tardó unos segundos en responder, sintiendo cómo el nudo en su garganta se apretaba más.

—No exactamente... solo es algo con su aroma.

Hoseok se acercó y también recostó su espalda al vehículo, con la mirada hacia el cielo estrellado.

—Sería bueno si se gustaran.

—Es imposible —espetó Yoongi, seguro de sus palabras.

«Jimin nunca me miraría de esa forma»

—No lo es, Yoongi, apenas llevas más de una semana con él y mírate. Hermano, es más de lo que te he visto con otros. No te des por vencido, ¿sí?

Yoongi suelta una risa cansada -¿Si sabes que está comprometido?.

Hoseok no pudo evitar reír bajo también.

—Cierto, cierto... pero eso no cambia las cosas. ¿Te gusta? solo responde, si o no. No puede ser tan difícil.

Yoongi volvió a suspirar, derrotado y cansado.

Estado Civil: Divorciado [YM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora