Estado Civil: Divorciado [YM]

Capítulo 25

Yoongi estuvo con Jimin hasta que se calmó. No se separó de él mientras lo acompañaba al baño a lavarse el rostro y cepillarse los dientes. Incluso, cuando Jimin tuvo que orinar, Yoongi se giró para darle algo de privacidad, pero no se alejó mucho. Jimin se veía vulnerable, frágil y asustado.

Yoongi no se apartó ni un momento; no quería. Lo acompañó de vuelta a la cama, lo arropó con cuidado, alargando el tiempo antes de alejarse y cuando finalmente estuvo listo para dejarlo descansar, sintió el suave agarre de Jimin en la manga de su pijama.

Sin palabras, Jimin le pidió que se quedara. Yoongi aceptó sin objeción alguna, se metió en la cama para quedar frente a frente. Ver a Jimin con la mirada triste lo tenía ahogado en sensaciones que solo lo empujaban a querer consolarlo.

Los pensamientos de Jimin eran un caos y solo encontraba algo de paz en la cercanía de Yoongi. Incluso su mirada y sentir su respiración de cerca lo calmaba. Pero no debía; después de todo, él le hizo un daño irreparable al alfa. No merecía su consuelo, no merecía su atención.

—Esto no es correcto —dice Jimin con voz baja y quebrada, preso por la culpa. Sus labios temblaban ligeramente.

Yoongi frunce ligeramente el ceño, su mente inundada de dudas y deseos. Saca una conclusión distinta de las palabras de Jimin. Por supuesto que no es correcto besar al omega de otro hombre, luego pretender cuidarlo y desear con cada fibra de su alma abrazarlo hasta que no haya vestigio de tristeza. Claro que no es correcto.

Yoongi, con mucha delicadeza, sube su mano y con el pulgar atrapa una pequeña lágrima de Jimin.

Jimin suelta un suspiro tembloroso por el contacto.

—¿Te parece si pensamos en lo que es correcto o no, mañana? —propone Yoongi con un susurro suave mientras le aparta con cuidado un mechón de cabello, provocando que Jimin sienta una ola de escalofríos por todo su cuerpo—. Por esta noche, piensa en qué quieres para sentirte mejor.

Jimin cierra los ojos y permite que Yoongi siga acariciando con cautela su cabello. Las suaves caricias de sus dedos le trae una calma que hace mucho tiempo no sentía.

—Soy muy egoísta —dice Jimin con tristeza y baja el rostro, su voz apenas audible.

—No es así —Yoongi agarra sutilmente la barbilla de Jimin para que lo vuelva a mirar a los ojos—. Pídeme lo que quieras, lo que sea, lo haré por ti.

Yoongi no entiende de dónde saca esas palabras llenas de seguridad, pero están llenas de verdad. Mientras que Jimin siente otra ola de escalofríos. No es correcto, sin embargo, sabe qué necesita justo en ese momento.

—Por esta noche, ¿p-puedes abrazarme?. Prometo no hacer nada malo, s-solo… yo solo quiero…

Jimin no puede terminar la frase. Yoongi lo abraza y Jimin entierra su rostro en su cuello, sintiendo la calidez y el latido constante del alfa. Después de varios minutos, sumergido en el sonido de sus respiraciones, Jimin duerme profundamente.