Capítulo 1

7K 550 50
                                    

Siete años antes.
(Septiembre 2017)

La brisa otoñal se cuela en la habitación, su cuerpo se estremece por el frío. Aún así, no va a cambiar de atuendo.

Tiene el maquillaje perfecto, poco llamativo pero lo suficientemente lindo para resaltar sus rasgos. Un pantalón rosa pálido ajustado pero no lo suficiente para parecer vulgar, según su padre omega. Y una camisa de seda blanca mangas largas cuello en v para resaltar su cuello limpio, libre de marcas. Se mira al espejo y aunque no sea el atuendo para su boda, se siente bien.

—Te ves bien. El rubio es tu color definitivamente —halaga Wooseok, su padre omega.

—Gracias —responde cortésmente con la mirada gacha y una leve reverencia. Su padre sonríe.

—Te educamos bien —afirma mientras se acerca para retocar algunos mechones de su hijo —... te educamos para este momento. Espero que no lo eches a perder.

—Puede estar tranquilo, padre. Seré un buen omega.

Wooseok se aleja un poco para inspeccionar el atuendo de su hijo —No quiero que seas un buen omega, quiero que seas perfecto —una sonrisa nasal le sale antes de continuar —, o por lo menos finge serlo. Demuestra que no eres tan inútil — se acerca nuevamente y toma el mentón de su hijo bruscamente —. Recuerda, Jimin, si arruinas todo esto, el castigo que te espera va a ser mucho peor que el de tú hermana.

Jimin calla, solo asiente sin quitar la mirada del piso y evitando que sus ojos se llenen de lágrimas.

—El amo Choi los espera —anuncia una mujer de la servidumbre.

El corazón de Jimin late desenfrenado. Va a conocer a su futuro esposo. A su futuro alfa.

Cuando se enteró por parte de su padre alfa Jaewoo, que le había conseguido a su futuro esposo, no pudo evitar sentirse nervioso. Tenía miedo que lo emparejen con alguien que no fuera su gusto. Pero el gusto de Jimin no era relevante para la familia Choi.

La sorpresa fue cuando vio la foto. No lo podía creer. Su futuro alfa era alguien que estaba muy por encima de cualquier cosa que hubiera imaginado. Guapo, era una descripción muy básica... muy simple. Su futuro alfa es más que eso.

Guardó la fotografía y cada noche la veía imaginando una vida perfecta, con su alfa perfecto e hijos hermosamente perfectos. Todo lo que un buen omega pudiera desear.

Se imaginaba de vacaciones, caminando a la orilla de la playa, tomados de las manos mientras reían por chistes tontos. Se imaginaba haciéndole perfectas comidas y postres a su alfa. Se imaginaba a su alfa invitarlo a citas improvisadas, llevándolo a cenar a un sitio lindo con velas y música romántica. Se imaginaba bailar con su alfa, lentamente bajo las luces de las estrellas.

Se imaginaba una vida feliz.

Se preparó para este momento, para eso lo criaron. Y después de tanto esfuerzo, de tantos castigos, de muchas lágrimas y gotas de sangre correr, la vida lo recompensó con el alfa perfecto.

Bajó las escaleras con elegancia, con una amarga sonrisa muy pequeña al recordar la veces que tuvo que practicar en ellas. Desechó un mal recuerdo de inmediato. Hoy era su día, el comienzo de los días buenos.

Los malos días quedan atrás a partir de hoy.

Al subir al auto juntos a sus padres y ver esa casa alejarse, le brinda un sentimiento de liberación. «Solo minutos» se repite una y otra vez. Solo minutos para realmente empezar a vivir. La mezcla de emociones lo sumergieron en pensamientos donde no se imaginaba sufriendo. No se dió cuenta cuando llegó al registro civil.

—Oh! Ya está aquí, señor Min —dice un entusiasta Jaewoo al bajar del sedan y ver que el alfa los estaba esperando —. Este es mi pequeño —señala a Jimin mientras que el chófer lo ayuda a bajar del auto. Jaewoo lo toma de una mano para besarla y lo acerca al alfa que les esperaba —. Me siento algo triste. En un momento era un bebé juguetón y travieso. Ahora ya tiene veinte y está a punto de casarse.

Estado Civil: Divorciado [YM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora