Capítulo 35

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Desde que Jimin le dijo que cree que solo siente deseo por él, el alfa está decidido a mantener la distancia hasta ganarse la confianza del omega, hasta que el miedo quede completamente atrás

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Desde que Jimin le dijo que cree que solo siente deseo por él, el alfa está decidido a mantener la distancia hasta ganarse la confianza del omega, hasta que el miedo quede completamente atrás. Sin embargo, ahora Jimin está delante de él, con esa mirada tímida que no suele tener, esperando una respuesta, y por un instante, Yoongi quiere olvidarse de todo y volver a besarlo.

Se contiene, obligándose a mantener el control, y en su lugar, le ofrece una sonrisa igual de tímida, pero cálida.

—¿Una cita? —repite Yoongi, saboreando la palabra como si nunca antes la hubiera dicho. La emoción del momento lo embriaga por completo.

Jimin lo está invitando a una cita, y por primera vez, Yoongi no necesita pensar en excusas o inventar alguna salida para esquivar el momento. El solo hecho de saber que Jimin quiere estar con él de esa manera, en esos términos, hace que su corazón lata más rápido de lo que le gustaría admitir.

—Sí, creo que es una buena idea —explica Jimin, mordiéndose el labio con nerviosismo al no recibir una respuesta inmediata—. No tienes que aceptar si no quieres...

Yoongi deja escapar una pequeña risa, mezcla de alivio y sorpresa, encantado por la timidez que Jimin no suele mostrar tan fácilmente.

—Claro que sí. Una cita contigo... tú y yo —responde Yoongi, atropellando sus palabras, mientras el nerviosismo lo traiciona. Yoongi desea hacer las cosas bien pero su instinto alfa le grita que lo complazca en todo —. ¿A dónde quieres ir? No te limites, dime y vamos —propone, sin poder detener la cadena de opciones que invaden su mente—. ¿Aquí en Seúl? Seguro hay buenos sitios, pero si prefieres podemos ir a otra ciudad, el helipuerto está disponible o… el jet, mejor el jet.

Jimin alza una ceja, claramente divertido por la forma en que Yoongi empieza a desplegar su lado más ostentoso. Sonríe y, con un gesto suave, levanta la mano para detenerlo.

—Min, ¿me estás presumiendo tu dinero? —pregunta Jimin en tono juguetón, y Yoongi, avergonzado, frunce el ceño antes de apartar la mirada por un segundo.

Jimin también ha notado la poca sutileza de Yoongi al querer complacerlo.

—¡No! Claro que no, yo solo... quería que fuera especial —intenta justificarse, aunque se siente torpe.

Jimin se ríe, y el sonido de su risa ligera es como una pequeña sacudida para Yoongi. Le fascina cómo Jimin, con gestos tan simples, logra que él baje las barreras sin darse cuenta.

—Yo estoy invitando, Min —le recuerda Jimin, cruzándose de brazos con una actitud confiada pero dulce—. Yo decido a dónde vamos, y yo pago.

Yoongi frunce el ceño, claramente en desacuerdo, pero sonríe, dejando que Jimin tome el control por ahora. Le cuesta aceptar que no sea él quien planee todo, pero hay algo en la determinación de Jimin que le gusta, que lo atrae aún más.

Estado Civil: Divorciado [YM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora