Aquella mañana del cuatro de abril, Jimin despertó temprano, con la intención de felicitar a Yeonjun antes de que Yoongi lo llevara a la escuela. Mientras descendía por las escaleras, una cálida escena lo recibió: padre e hijo compartiendo un abrazo en la cocina. La visión hizo que su sonrisa se ensanchara instintivamente, pero había algo en ese cuadro que lo hizo sentir como un intruso. Aun así, cuando sus ojos se encontraron con los de Yoongi, y este le devolvió la sonrisa, Jimin sintió un destello de pertenencia.—Sé que es temprano —comentó Jimin, su voz reflejaba una mezcla de nerviosismo y esperanza mientras sacaba una pequeña caja transparente que había escondido en el refrigerador. Yoongi frunció el ceño, extrañado de no haberla visto antes. Jimin, con delicadeza, extrajo un pequeño cupcake, y al ver la emoción en el rostro de Yeonjun, su corazón se enterneció—. Yo... bueno —titubeó, sintiéndose vulnerable—, no sé si es lo correcto, pero podríamos cantar el cumpleaños antes de... lo siento.
La inseguridad se apoderó de Jimin, y bajó la mirada, preguntándose si había cruzado una línea al intentar ser parte de ese momento tan íntimo. Por un breve instante, sintió que su presencia era un exceso en aquella casa.
—Es una buena idea, ¿verdad, Yeonjun? —La suave afirmación de Yoongi lo sorprendió, y Jimin levantó la vista, encontrando en los ojos del alfa una amabilidad que no esperaba.
Antes de que pudiera procesar la situación, sintió un fuerte abrazo alrededor de su cintura.
—Gracias —murmuró Yeonjun, su voz quebrándose ligeramente, borrando cualquier rastro de la sonrisa anterior tanto en Jimin como en Yoongi—. Mi papá siempre me regala un pastel, y esperamos a la abuela y al tío Hobi para cantar el cumpleaños por la noche. Pero ahora tú... hyung. Y... ¿puedes estar en la noche también?. Papá dile que esté en la noche.
Yeonjun no sabía que Jimin le estaba organizando una pequeña fiesta de cumpleaños.
El niño se aferró a Jimin con tal fuerza que sus palabras cargaban un anhelo profundo, un deseo de pertenencia que Jimin reconoció de inmediato. Yoongi, observando la escena, no pudo evitar sentir una punzada de culpa al comprender los sentimientos no expresados de su hijo.
Yeonjun, a pesar de su corta edad, deseaba una familia, como la de sus amigos. Por primera vez, Yoongi se dio cuenta de que quizás, él también la deseaba.
—Entonces cantemos cumpleaños —dijo Jimin con una amabilidad que intentaba enmascarar su propio desconcierto, mientras revolvía los cabellos de Yeonjun, sacándole una sonrisa—. Traje seis velitas.
Yeonjun soltó una carcajada.
—Pero hyung, no van a caber.
—Haremos que quepan —respondió Jimin, alzando al pequeño y llevándolo hacia el mesón. Sentó a Yeonjun, quien balanceaba sus piernas con entusiasmo, observando cómo Jimin colocaba las velas en el pequeño pastel.
ESTÁS LEYENDO
Estado Civil: Divorciado [YM]
Fanfic☾✴ Nació para ser lindo ☽✴ Creció para ser complaciente ☾✴ Vivió para ser perfecto Ya no más. No desea que lo vean lindo, no desea complacer y en definitiva, no es perfecto. Ahora está felizmente, divorciado. O eso cree, porque después de seis a...