Estado Civil: Divorciado [YM]

Capítulo 31

Es el primer día de Yeonjun con seis años. Había estado ansioso por su cumpleaños, no solo por los regalos, sino porque sabía que lo celebraría con su papá, como lo hacían cada año. Justo como en el cumpleaños de Yoongi, comiendo hamburguesas y viendo películas juntos.

Sin embargo, el pequeño Min nunca imaginó que esta vez habría una fiesta para él. No asistieron muchos niños, pero para Yeonjun fue la mejor fiesta del mundo. Había reído, comido pastel, nadado, jugado... Fue perfecto. Y todo gracias al nuevo amigo de su papá.

Hasta que, con la felicidad aún vibrando en su pecho, vio a su papá llorando en los brazos de su abuela.

Ahora, en su clase, no podía concentrarse. La imagen de su padre llorando seguía en su mente, y esa tristeza le impedía poner atención a las actividades.

—Yo quería que abrieras los regalos conmigo —se queja Soobin, su mejor amigo, mientras colorea, tratando de no salirse de la línea.

Yeonjun levanta la mirada un segundo, pero la vuelve a bajar al papel frente a él, sin haber hecho ni un solo trazo en su dibujo.

—Siempre los abro con mi papá —murmura en voz baja.

Soobin hace un puchero, mirando alrededor antes de intercambiar su dibujo ya coloreado con el de Yeonjun.

—Te ayudo a colorear, y tú le pides al señor Yoongi que le mande fotos a mi mamá de los regalos —propone Soobin. sin esperar respuesta, empieza a colorear el dibujo de Yeonjun como si fuera lo más normal del mundo.

—Nos van a regañar si cambiamos —dice Yeonjun mirando hacia el escritorio vacío del maestro —. El maestro Taemin no vino, y la maestra suplente me da miedo.

Soobin se rie bajito.

—Escuché a Terry decir que parece un alien.

Bajo otras circunstancias, el comentario habría hecho que Yeonjun se riera a carcajadas con su mejor amigo, pero hoy solo suspira.

—¿Te pasa algo? —pregunta Soobin—. ¿Te duele la barriga?

Yeonjun niega con la cabeza y baja la mirada.

—Quiero irme a mi casa… con mi papá —dice con un hilo de voz, quebrándose.

Soobin lo mira, alarmado. Nunca había visto a Yeonjun así. Mira hacia el escritorio de la maestra, pero ella no estaba. Sin saber qué hacer, solo se queda quieto, hasta que otros niños comenzaron a acercarse, atraídos por el ambiente tenso.

—Yeonjun, ¿sabías que es de mala educación hacer una fiesta y no invitar a tus amigos? —dice Sunhee con una voz alta y molesta, atrayendo la atención de todos en el aula.

Yeonjun se encoge en su asiento, mirando el suelo, incapaz de responder.

—¡No lo molestes, Sunhee! —espeta Soobin con firmeza—. ¡O te voy a acusar!