Capítulo 5: Locutor en la ciudad

13 0 0
                                    

Hola! Os traigo el capítulo 5 de si libro.

Intentaré actualizar todos los días.

Disfrutad!




Alastor recuerda con cariño, rabia y odio, aquel día. Ese día si algún polocía hubiera aparecido, el chico estarís en un reformatorio infantil.

Alastor había cambiado mucho desde ese día. Abandonó su casa, y estuvo viviendo de cazar animales en el bosque, durante varios años, pero cuando ya tuvo 21 (mayor de edad en E.E.U.U) decidió aventurarse a la ciudad para encontrar un trabajo con el que poder compprar una casa, comida, no tener que matar a unos pobres animales, y mucho más.

El nuevo Alastor estaba muy diferente a lo normal.

Ahora tenía el pelo un poco más largo, que estaba desenmarañado, llevaba unas gafas rotas que encontró en el bosque, su ropa la había hecho él a base de pieles y telas que encontraba por diversas partes del bosque, era como un vestido, pero para cubrirlo era suficiente.

Asique se dispuso a caminar por las calles de Nueva Orleans. 

Vió un pequeño edificio con una antena bastante grande, que conectaba pequeños cables negros hasta las torres eléctricas.

"Hm, interesante"-pensó.

Se colocó en la puerta de edificio y llamó suavemente a la puerta. Tras unos segundos, un hombre rubio, con auriculares y con cara de pocos amigos salió. El hombre miró de arriba a abajo al sonriénte Alastor que se quedaba mirándole.

-Este no es un lugar para pobres, es una estación de radio, así que lárguese ahora mismo.-dijo el hombre antes de intentar cerrar la puerta. Pero Alastor puso un pié en la puerta.

-Alastor, es un placer conocerle, señor, un gran placer, venía por que, como verá, no estoy en muy buenas condiciones, y me gustaría trabajar aquí.-dijo educadamente y haciendo su paso adentro.

El hombre se rió.

-¿Tú?, ¿trabajar aquí? AJAJAJAJJAJAJAJAJJAJAJAJAJAJ.

-No se que le hace tanta gracia, pero-

-Yo me ocupo Juan-dijo una voz, interrumpiendo a Alastor.

Era una mujer, tenía el pelo recojido en un gran moño estirado para arriba. Y llevaba un vestido azul con una chaqueta Blazer.

-¿Quiere trabajar aquí?-preguntó la mujer.

Alastor se quedó unos instantes observándola curioso.

-Si querida, cómo ve estoy en malas condiciones para sobrevivir, y me gustaría ser locutor de radio.-respondió educadamente, besando su mano (es una costumbre NO HAGAIS SHIPS).

-De acuerdo, nos falta gente, por lo tanto, adelante...-dijo la mujer, sorprendida por el gesto de cordialidad de Alastor.-Soy Carmilla, de ahora en adelante seré tu jefa.

-Por supuesto querida, no sé arrepentirá.-dijo Alastor, antes de sentarse en su silla.

El hombre rubio le miró con cara de asco, pero aún así le dio las notas que tenía que decir. Alastor lo leyó y se preparó para empezar.

-Empezamos en 3...2...1...

-Muy buenos día Nueva Orleans, les cuenta las noticias del día Alastor Rip-digo, Ripart, sí, procedo a contarles las noticias de hoy.

Alastor estuvo 1h para terminar, pero cuando lo hizo se sientió muy bien.

-De acuerdo-dijo Carmilla-usted se puede quedar, tome, una paga por adelantado-le ofreció 1000 dólares en su mano. A lo que el hombre se quedó sin palabras, pero siempre sonriénte.

-Eh-mu-muchas gracias, querida, no se arrepentirá.-se despidió de nuevo besando la mano de Carmilla.

"Que hombre más rarito, a mí solo me ha besado la mano un perro en el parque porque le daba comida"-pensó ella, volviendo a su trabajo.

Alastor salió de su nuevo trabajo impresionado, ¡ya tenía dinero!, y pensó que era momento de gastar aunque fuera todo. Se dirigió a una tienda de ropa.

Allí había unas señoras mirando vestidos (como no) pero él se dirigió a la sección de hombres y empezó a buscar ropa. Después de un largo rato, se decidió por un traje de camisa blanca, un chaleco marrón encima , unos pantalones cafés de trabajo, unos guantes blancos y una pajarita negra con centro rojo.(este hombre vista lo que vista, se vé bien).

Después de pagar fue a una peluquería, donde le cortaron la mitad de pelo que tenía enmarañado por la nuca, finalmente se compró unas gafas nuevas y salió de la tienda.

El nuevo Alastor estaba así: (la imagen no es mía, es de Pinterest :)

Al final del día, decidió relajarse en una cafetería, por lo tanto decidió irse a una tal:          "¿Happy Café?, mi especialidad"-pensó

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Al final del día, decidió relajarse en una cafetería, por lo tanto decidió irse a una tal:          "¿Happy Café?, mi especialidad"-pensó.

Entró en el café y enseguida vio a una mujer rubia con pelo corto limpiando mesas. La mujer se dio la vuelta y se sorprendió al ver a alguien así de repente.

-¡Ah! perdone, no le he visto, buenas noches, ¿desea tomar algo?-dijo la mujer.

-Buenas noches, señorita, sí, si no le importa, me gustaría tomar un té negro.-respondió educadamente, tomando asiento.

La chica le preparó el té y enseguida Alastor la invitó a sentarse con él.

-Gracias, señor.-balbuceó ella, impresionada.

-Tranquila, querida, este mundo es mejor en compañía.

Estuvieron hablando un buen rato hasta que Alastor se terminó el té. Acto seguido se levantó d ela mesa y se dirigió a la puerta, acompañado por la mujer rubia. Antes de irse, ella preguntó.

-Por cierto, aún no sé su nombre, querido.

-¡Pero qué maleducado de mí!, perdóneme, querida, me llamo Alastor.-respondió indignado a sí mismo.

-No se preocupe, yo soy Charlotte, siempre será bienvenido a mi café si necesita compañía.

-Gracias, bella Charlotte-dijo, mirándola a sus ojos verdes, antes de besar su mano(ES UNA MANÍA VALE) y alejarse en la oscura noche estrellada que se plasmaba en la ciudad de Nueva Orleans.


Espero que os haya gustado el capítulo, si puedo, sacaré el 6 muy muy pronto.

Gracias por  las visualizaciones :3

El Demonio RadiofónicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora