Charlotte Pov:
-¿Se puede saber por qué en el nombre de lucifer estás aquí?-dije entre pegarle o besarle.
Él solo se acercó a mí y me abrazó con fuerza. Cuando se separó, recogió mi rostro en sus manos y me miró con eterna ternura. Por un momento olvidé que acababa de romper la pared y que las alarmas habían saltado, haciendo que Jhon se diera cuenta y estuviera a nada de llegar a la sala rodeado de demasiados guardaespaldas. Al saltar la alarma el antiincendios se activó haciendo que nos empapáramos, pero no importaba, lo importante es que ya estaba con él.
-Oh, por dios, mirad que sois cursis-dijo Jhon-no ves que con mis TELEVISORES, NADIE VA A ESCUCHAR LA RADIO EL TELEVISOR MATÓ A LA ESTRELLA DE LA RADIO.
Tras esto, los guardaespaldas se lanzaron hacia Al y hacia mí y él como mi protector que es los knoqueó a todos. Salimos corriendo por los pasillos de VonTech riéndonos mientras nos perseguía un bulto de señores de 3 veces nuestra altura. Nos dimos la mano y él se sonrojó un poco. Acto que me levantó una sonrisa sincera y tierna.
Llegamos al ascensor. Mientras bajábamos vimos la furiosa cara de Jhon. Luego se rió y balbuceó mientras se apoyaba en la puerta del ascensor:
- ESTO NO ACABA ASÍ, NOS VEMOS EN EL INFIERNO, ESTRELLA RADIO.
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Alastor Pov:
Bajé con Charlotte hasta la entrada. Cuando vió al hombre que me dejó entrar anteriormente se abalanzó sobre él en un gran abrazo.
-Oh, querida Charlotte, veo que tu novio cumplió su palabra, ¿eh?-dijo, mirándome de reojo.
Noté que ella se sonrojó un poco y se despidió del hombre con un gran abrazo. Empezamos a andar de la mano. Ella se mantuvo en silencio, parecía pensativa. Cómo si no entendiera como ha acabado de mi mano andando en la calle.
-¿Estás bien, querida?-pregunté.
Ella se tensó un poco y luego me miró con una sonrisa, volvió a bajar la cabeza.
-Si, es solo, que...no sé, no entiendo como has conseguido llegar a la torre y rescatarme, pero, ya da igual, muchas gracias por todo esto, de verdad no tenías que hacer nada.
-Charlotte, ya te dije que nunca te dejaría ir. Pero yo ya estaba perdido en el alcohol, deberías agradecérselo a Husker, fue el el que me convenció ya en mi quinto trago de venir a por tí.-dije, acariciando su mejilla.
-espera...¿¡HAS VENIDO A POR MÍ BORRACHO?!-casi gritó.
En ese momento me entró un ligero dolor de cabeza, como una estática de radio. Me agarré la cabeza, mientras mi querida Charlotte me miraba con preocupación, desaprobación y ternura a la vez.
-Será mejor que vengas conmigo, cariño-dijo, agarrando mis manos y quitándolas de mi cabeza para luego apoyarlas sobre las suyas.
-D-de acuerdo-dije, algo aturdido.-pero hay que avisar a Niffty, estaba muy preocupada.
Charlotte pov:
Ya era la segunda vez que traía a Alastor a mi casa a dormir por que se encontraba mal. Tendría resaca, ya que eran ya casi las 4 de la mañana, le dejé dormir en mi cama mientras que yo me daba una ducha y me acostaba en el salón, en el sofá. Por fin estaba en casa.
A la mañana siguiente me levanté sobre las 9 ya que tenía la idea de ir a ver a Husker para agradecer todo lo que hizo y que lograra convencer a Al. Pero cuando ya iba a salir por la puerta escuché u quejido en lo alto de la escalera.
Subí para encontrarme con Alastor levantándose del suelo entre quejidos. Me aguanté la risa, pero la sonrisa no la pude ocultar. Él al verme me sonrió y se acercó a mí para luego abrazarme la cintura.
-Buenos días, querida-dijoo, adormilado, apoyando su cabeza en mi hombro.
-Buenos días, ¿te encuentras bien?-pregunté.
-Podría estar mejor-soltó una risita para luego separarse de mí y quedarse mirando.-¿A dónde vas?
-Voy al bar de Husk para agradecer lo que hizo y luego a denunciar a Jhon.
-Okey, cariño, pásalo ien.
Me reí ya que ví que volvía a apoyar su cabeza en mi hombbro y cerraba los ojos.
-En el segundo armario a la derecha al final del pasillo en la estantería de arriba detrás de mi maquina de coser están unas pastillas para la resaca.-Se me quedó mirando confundido.
-Vaaale, te las traigo yo.
-Gracias querida.
Le dí las pastillas, me despedí de él, y salí de casa, en busca de Husk. Cuando llegué al bar casi me da algo.
El suelo, antes de unas bbaldosas amarillentas, estaba ahora plagado de manchas rojas. Todos los clientes muertos. SANGRE. Me acerqué al mostrador, y lo único que encontré fue el cuerpo de mi amigo con el cuello cortado y una nota en la camisa.
Me eché a llorar de rodillas después de leer la nota, deseando que la noche anterior nadie hubiera venido a por mí.
"Te dije que esto no acabría así, cariño, destruiré todo lo que has amado jamás...hasta pronto."
J
"Nunca más"-lloré.
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El Demonio Radiofónico
RomanceLa historia del pasado del demonio más peligroso de todo el pentagrama del infierno, Alastor