Capítulo 19: La necesito

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Alastor pov:

Ya había pasado 1 mes. un mes desde que perdí lo que más ansiaba. Desde que ese %$@! se llevó a mi Charlotte, desde que estoy solo. Mi vida había cambiado mucho. Seguía siendo locutor de radio, la diferencia era que ahora deseaba a todos una muerte segura. Mi cabeza empezó a desmoronarse en cuanto ella salió por aquella puerta. las sombras empezaron a abalanzarse sobre mí, todo se volvió oscura. No dejé de sonreír, pero ahora cada una de mis sonrisas eran forzadas, no sinceras, como cuando ella estaba aquí.

Empecé a disfrutar de mi dolor, a absorberlo y a hacerlo parte de mí. Me empezó a gustar esa sensación de ver a otras personas sufrir sin fin. Me encantó empezar a causar ese dolor. Si veía algo injusto...lo resolvía. Todos los cuerpos estaban escondidos. Aunque, empecé a comer carne humana. Pero a la vez seguía siendo el mismo locutor educado.

Mi vida se convirtió en una pesadilla. Sin Charlotte todo era triste, solitario y violento. Decidí ignorar mis sentimientos hacia ella y convertirlos en odio a mí mismo. Me culpé, pensé que lo había provocado yo, aunque e el fondo me sentía inseguro.

Matar era mi única adicción. Y empecé a dedicarle casi todo mi tiempo. Ya no dormía, ya no visitaba a nadie, la única persona con la que podía hablar era con Carmilla, y de temas profesionales, y por otro lado estaba Husker, a quien veía por las noches cuando ia al bar a beber hasta caer ebrio.

Esta era una de esas noches, ya era mi quinto trago, y Husker me miraba con ¿algo de preocupación? nah, es el alcohol, él nunca se preocuparía por nadie.

-Deberías parar-dijo, sirviéndome otro trago.

-No me hagas hablar, que ya te salen canas,, abuelo ajajaj-le dí una palmada en la espalda, completamente borracho.

-Estás muy raro últimamente, hace mucho que no veo a esa señorita que iba contigo.

Pov husk:

Sabía lo que le pasaba a ese asesino en serie que se traga hasta la botella de alcohol. Así que iba a hacerle despertar. Sugiendo su juego.

Pov Alastor:

-Era muy guapa-dijo.

Las venas empezaron a resaltar mis músculos y sentí un ligero impulso de cortarte la cabeza, pero me mantuve.

-Creo que la voy a pedir salir-continuó Husk- es que me cayó súper bien el otro día.

Finalmente me levanté de la barra y apunté a Husk en la garganta con una daga que tenía guardada. 

-No te acerques a ella, asqueroso, es mía-amenacé con mirada asesina.

Husk soltó una risotada y enseguida aparto la daga de su garganta.

-Escúchame, Alastor, la dejaste ir, y ahora estás completamente solo. Ha pasado un mes ya y lo único que haces es beber hasta desmadrarte y matar, tienes que tener algo mejor que hacer, aparte, ¿y si Charlotte está en peligro? tienes que ir a por ella y traerla de vuelta.

Husk pov:

Alastor  agachó mucho la cabeza hasta tenerla tocando la fría madera de la barra.  Estaba...¿llorando? Ví como se le caían gotas y chocaban contra la barra, y ya había tragado. De verdad Alastor estaba llorando... ¿y ahora que hago yo?

-Eh, ya, ya.

-No sé que hacer,  mi buen amigo. Me pierdo en alcohol todas las noches. Disfruto del dolor, cuando em hago daño incluso,  cada vez me daño más a mí mismo por dentro, pero no puedo detenerlo, no sin ella-lo último acabó en un susurro.

-Bueno, si no puedes sin ella, mata a los que se la llevaron, pero si no puedes vivir sin Charlotte, tenemos un problema, porque estás aquí tirado hablando con un viejo barman cuando podríás estar con ella ahora mismo.

Alastor pov:

Husker tenía razón. Tenía que recuperar a Charlotte. Se me daba bien matar, así que no sería ningún problema acabar con esos hombres rápido. Solo esperaba que ella estuviera bien, que siguiera con su vida pero que no se olvidara de mí. Que me esperara todavía. Yo la necesito, y daré aunque sea mí último respiro.¡ para protegerla.



El Demonio RadiofónicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora