My Idol

Capítulo Veintitres: Hagamos Un Plan

Seokjin no fue a ningún hotel, más bien le indicó al taxista la dirección de su hogar paterno. Eran pasadas las 11 de la noche y no se arriesgaría a ir a cualquier lugar, menos aún con un Jimin que como él no dejaba de suspirar y suspirar.

La cena había sido un desastre, el señor Kim era de temer y de pronto lo había hecho caer en una realidad que le costaba mucho ver: Jungkook no era un chico cualquiera. Era un cantante famoso con casi 15 millones de seguidores en redes sociales, que vivían pendientes de cada uno de sus movimientos y acciones. Tal como le había ejemplificado Kim Namjoon, no es que el pudiera tomarlo de la mano y llevarlo a tomar un helado...todo era mucho más complejo y cuesta arriba.

Para Jimin las cosas tampoco eran tan fáciles, pues aunque Tae no era famoso y tenía el suficiente dinero para largarse a Busan y pagarse un departamento y su carrera, no estaba tan seguro que pudiera desprenderse tan fácilmente de la influencia poderosa de su padre. Por lo tanto ahora dudaba si realmente podría tomar la decisión de dejar todo e ir tras sus sueños, los que se suponían lo incluían. Estudiar artes y tener a Park Jimin, eran según le había dicho Tae, todo lo que necesitaba para ser feliz...¿pero podría tener el valor suficiente para dejar todo?.

Eran estos pensamientos los que mantenían a los dos amigos del alma, suspirando y suspirando, hasta que llegaron a su destino.

Los padres de Seokjin se sorprendieron al verlo, pues  esperaban que viniera, pero de la mano de su famoso novio y no de su vecino y amigo Jimin.

Se sirvieron un necesario café y ahí en la cocina acogedora de la señora Kim, los más jóvenes comenzaron a contar en detalle el desastre de cena en el que habían estado.

El señor Kim, escuchó atentamente y parecía meditar cada una de las palabras que su hijo le contaba, preparando tal vez un nuevo discurso para su acongojado hijo y de paso ayudar también al amigo.

Mientras esto sucedía, Jungkook y Taehyung habían entrado de nuevo al Restaurante para enfrentar a Kim Namjoon, pero se encontraron con la sorpresa que éste se había ido.

—¡No puedo creer que tu padre nos haya hecho esto! inventar esta cena, sólo para intimidar a Jin y Jimin, ¡pero yo no lo voy a permitir! Además no puedo permitir que se vayan a un hotel...todas sus cosas están en el departamento y se supone ¡que este fin de semana sería nuestro!

—Jimin no me contesta, creo que apagó su celular. Él no querrá volver a verme ni hablarme...escuchaste que dijo que todo fue un error...que no debió venir...

—Taehyung, sólo debes renunciar e irte. Para ti todo es mucho más simple...

—¿De verdad lo crees Jungkook?, ¿Sinceramente confías que mi padre dejará que me vaya así como así?, seguro que de alguna manera tratará de manipularme, además no quiero vivir con su odio y resentimiento. Me imagino viviendo a la sombra de Yoongi, siguiéndome por todo Busan,
por órdenes de papá. No quiero que las cosas sean así. Tampoco puedo dejarte de un día para otro. Tenemos que volver a hablar con él. A solas.

Pero Jungkook ya casi no lo estaba escuchando, porque estaba concentrado marcando el teléfono de Seokjin, quien al fin le contestaba.

—Bebé..., no te preocupes, vinimos a casa de mis padres. Estamos con ellos ahora. Creo que será mejor que nos quedemos aquí, para que ustedes puedan hablar tranquilamente con...

—Jinnie, tío Namjoon se fue...y no voy a hablar con él esta noche. Ya tendremos una conversación, después. Por favor dame la dirección e iremos por ustedes.

—Kookie...no creo...

—¡Kim Seokjin! eres mi invitado. He estado esperando por estar contigo, una semana completa...te necesito. No importa lo que diga mi tío. Ya pensaremos en algo, pero te necesito de vuelta...por favor y convence a Jimin. Mi pobre Tae tiene la nariz roja de tanto llorar...