Alma Desorientada

Capítulo 28

Mónica

Todos hicieron silencio abrumador, tan asombrados como yo.

-Mónica yo te puedo explicar...- dice Melissa a mi espalada, me giro para enfrentarla

Sí claro ahora tiene una explicación, no te jode

-¿Qué mierda me vas a explicar?- le suelto- Sara ¿Esto no es una broma eh?

Tenía que serlo aún existía esa esperanza que fuera una broma, una de muy mal gusto, pero una broma, no lo se. Joder ella era mi mejor amiga eso era imposible

-No Moni, yo me entere hace unas semanas, me lo dijo una chica de mi carrera que lo vio juntos y luego yo misma lo vi

Podía sentir como mi corazón se rajaba en mil pedazos dentro de mi pecho. No lo entendía. Ellos no..

-¿Y por qué mierda no me lo dijiste?- le suelto brusca, Sara no tenía la culpa pero la estaba pagando con ella

-Lo iba hacer, pero...

-Preferías dejarla en ridículo delante de todos- termino por ella y me vuelvo a fijar en Melissa, pude sentir como me temblaba la mano- Siempre has querido todo lo que yo tengo...- suelto con la voz en un hilo- Me has ridiculizado durante años con tus amigos, siempre era yo la que empezaba a llevarme con alguien y tú me eclipsabas. Siempre has querido captar todas las miradas, estar con todos los tíos inimaginables, te han dado igual mis sentimientos todo este tiempo. Me has ofendido, has hecho comentarios fuera de lugar, joder me has puto exhibido mil veces sobre cosas intimas que te contaba delante de las personas para dejarme mal ¡Lo que yo te contaba! ¡Mis cosas personales! Y te lo he perdonado, te lo he dejado pasar, pensé que tú eras así y no se podía hacer nada más – me estoy desquitando y no me importa, esto fue la gota que derramo el vaso, siento lágrimas en mis ojos, pero las intento evitar a toda costa- Y claro que lo eres. Eres una hija de puta ¿Por qué? ¡JODER! ¡TE CONSIDERABA MI HERMANA!- le grito exasperada y enojada de repente aún al borde de las lágrimas- ¿Por eso te distanciaste de mí? ¿No? ¿POR ESO HAS ESTADO TODOS ESTOS PUTOS MESES HACIÉNDOME EL VACÍO? Te lo estabas follando, eres una enferma y estas obsesionada con que eres el centro del universo que todos tiene que ser y hacerse como te dé la gana a ti. No ves más allá de tu propio culo y sabes que me arrepiento mil veces de haber confiado en ti- dicho esto me gire hacia Michael- Y tú eres un mierda, no te quiero volver a ver en mi puñetera vida

Después de esto salí corriendo del departamento, bajé las escaleras corriendo podía sentir las lágrimas corriendo por mis mejillas y mi respiración agitada era lo único que escuchaban mis oídos. Llegué a la salida principal, salí de prisa del aquel edificio me sentía asqueada, traicionada, echa una total mierda. Sentí a alguien que me perseguía, no quería hablar con nadie, todos acababan de apreciar cómo me habían estado poniendo los cuernos día sí y día también desde hace mucho; hasta que esa persona me alcanzó y me tomó por la mano. Era Marcos.

La salvación

-Quiero estar sola- le suelto irritada antes de que hable

-No, Mónica no vas a estar sola, no estas bien- me dice preocupado

-¡Déjame joder!¡Déjame! - grite sollozando y retorciéndome en de su agarre en mi hombro - ¿No lo entiendes? ¡Era mi puta mejor amiga! Y encima tuvo la cara de recriminarme todo este tiempo que he estado confundida. Es una hija...

-Mírame- dice cogiéndome la cara con las manos y obligando a mirarlo directo a los ojos- Tienes que saber algo más

El mundo se detiene por un momento, me ardía la garganta

-¿Qué?- siento como en corazón me late con fuerza en el pecho, otra mala noticia ¡No por favor!

-Melissa se me insinuó hace una semana- dice y suelta un bufido- Me dijo que me podía consolar siendo sumisa ante mis deseos, por eso hoy se lo saque en cara