Capítulo 31

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"El infierno son los otros, pero el vacío es una condena más profunda"
Jean-Paul Sartre                         

Mónica

Todo mi mundo se detuvo por un momento, sentía como si me acabará de caer un balde agua fría encima.

Por muy estúpido que parezca darse cuenta de las cosas ajenas a nosotros, pero que nos afectan directamente, escalan en lo más profundo de nosotros mismos. Toda mi vida había sido una mentira, Michael no estaba jugando esta vez conmigo. Mi padre me lo acababa de confirmar. Lo mire atónita, cuando le dije a Marcos que me trajera nunca imagine que esto sucedería.

-Lo bueno es que no querías lastimarme, me querías matar- digo citando una canción irónicamente y sin decir nada más salgo corriendo de allí

Atentamente Gloria Trevi

Al llegar a la zona de entrada a los calabozos, Marcos aun me esperaba allí. Le tome la mano sin decir nada más, me ayudo a esquivar a los estúpidos periodistas y salir de ese lugar. Me senté en el coche aún llorando, Marcos no preguntaba nada, me estaba dando mi espacio. Lo abracé y el me envolvió en su calma.

-Mi vida ha sido toda una mentira, Marcos...- digo entonces rompiéndome, él se sorprende, pero no me pregunta

Creo que paso aproximadamente 30 minutos llorando desconsoladamente hasta que decido contarle. Sollozos estremeciéndose en mi cuerpo mientras  apoyaba la cabeza en su hombro.

-No estoy así por Michael- comienzo- Mi mamá no murió en un accidente de avión Marcos, sino en uno de carretera- él frunce el ceño- Mi papá la perseguía porque ella iba a huir con su amante y yo me acabo de enterar- otro sollozo fuerte se escapa de mi garganta

-Llora todo lo que quieras, Mont. Saca toda esa pena y ese dolor que sientes, yo siempre seré tu pañuelo de lágrimas

-Marcos... era mi mamá, ella me iba a abandonar. Mi papá tuvo que ver de cierta forma de que haya crecido sin una madre. Ningún niño es del todo feliz sin su madre y yo a pesar de haberlo tenido todo; siempre me falto esa compañera de vida, esa mejor amiga, alguien que me escuchara y procurara mi bienestar- lloro con más fuerza- Mi papá me arrebató todo eso, me quitó una familia, un sueño, un hogar unido, una estabilidad. Siempre necesite su caricia, su consuelo, su optimismo, su sonrisa, su habilidad de calmar mis pesadillas, su conversación, su paz. La necesité más que nada porque he vivido en soledad desde los 8 años rodeada de criadas, sin sentir que era que los brazos de mamá te esperarán al llegar a casa.

Su mano masajeaba mi pelo mientras mi corazón descansaba sobre los latidos de su corazón. Cada palabra que salía de mi boca era agria y dejaba un mal sabor en la boca. El calor de su cuerpo envolvía mis entumecidos huesos, hasta que entre el llanto y la música de su acompasado corazón en mi oído me quedé dormida en aquel coche.

Unas horas más tarde desperté en mi habitación, sentí mi cara hinchada y mi corazón salto de un giro inesperado. Lo recordé, entonces lo busqué por toda la habitación, no había rastro alguno de Marcos. Con pocas fuerzas me levanté de la cama, salí de la habitación, llegué a hasta la sala y me sorprendió ver que era de madrugada, pero aún más como una nota se hallaba en la puerta de apartamento, la tomé entre mis manos. Tenía mi nombre. Al abrirla su contenido me impactó.

Vas a pagar por esto maldita desgracia, me convertiré en tu sombra que te perseguirá en tus sueños y nunca más podrás descansar en paz

Maldita perra

Ahogue un grito, aquella nota con las letras de recortes de revistas y periódicos, no podía ser nada más y nada menos que de Melissa. No entendía, si había escapado del país como diablos había aparecido esta nota aquí. Alguien se acercó hacia mí. Gracias a Dios al girarme me encontré con el rostro adormecido de Marcos.

Alma DesorientadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora