Epílogo

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5 años después

Mónica

Cuando se me ocurrió que esto era buena idea, definitivamente no lo era.

La torpeza era parte su alma

Digamos que yo Mónica, el desastre en persona bajando una maleta que era más grande que yo por una estrecha escalera sola. No era una buena idea. ¿Por qué? Ya había tropezado tres veces así que no dudaba si me viraba el tobillo en el último escalón.

Y en vez de aeropuerto toco hospital ¡Divertido otra aventura!

Ni lo manifiestes conciencia

La decisión de volver a Chicago había sido repentina. Estos últimos años estudiando en la Academia de Bellas Artes de Brera en Milán, habían sido...interesantes.

Ni que lo digas ahora puedes escribir un libro: Manual de una torpe por Italia

Vete a la mierda

Terminé estudiando aquí después de estar durante varios meses buscando universidades porque la que elegí en el aeropuerto no me convenció. Desde entonces mi vida había cambiado radicalmente.

-¿Señorita Mónica está bien? A ver la ayudo- me dice el recepcionista del bloque de departamentos de donde vivía en un rápido de italiano.

Si otro pequeño detalle, ahora se me podía considerar poliglota, pues dominaba a la perfección el español, inglés e italiano. Me sentía importante.

Eres importante

Gracias Pepi

Lourie el recepcionista era un señor mayor de unos 60 años muy agradable. Era regordete, tenía un simpático bigote y era calvo. Siempre lucia camisa de hilo, pantalones de linos y sandalias, por lo que su vestimenta yo que vengo de la zona anglosajona me causaba particular gracia, pero era un señor muy agradable y simpatico

-Si necesito ayuda, si me pudieras ayudar te lo agradecería- le digo pasándole la maleta- Aun me quedan algunas pocas arriba

-¿Entonces te vas?- pregunta apenado

-Si Lourie, el trabajo es primero y pues digamos tengo asuntos que resolver

-La vamos a extrañar por aquí

-Yo también lo voy a extrañar- digo amigablemente

Y era cierto ese señor y muchas personas de aquel edificio se habían llevado mi afecto sincero. Cuando gane el dinero suficiente y pude pasarme de la residencia de estudiantes a un departamento, este lugar me pareció un sitio acogedor y no me equivoque.

Subimos a recoger las pocas cosas que me quedaban y sentí una vibración en la parte trasera de mis vaqueros por una notificación.

ElpesadodeJonathan: Hola a mi lectora favorita! No sé ni qué hora es allá y como siempre me importa una mierda, pero hoy menos porque VIENEEES. Marquitos se va morir cuando te vea._.

Fruncí el ceño justo mientras el corazón me daba un vuelco.

No sabía nada de Marcos desde aquel día del aeropuerto. Estuve llorando muchísimo todo el vuelo. Me dolió muchísimo dejarlo ir, aunque hubiera sido mi decisión. Sin embargo, habían pasado muchos años y nunca hablamos de él yo y Jonathan, sobre todo cuando un día sin querer hace un año se le fue que este tenía novia.

¿Tú le dijiste que podía encontrar alguien más?

Sí, pero en el fondo...

Querías que te esperara

Alma DesorientadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora